Primaria continúa ahogada por las jubilaciones de médicos

Angélica González
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La reducción de plazas en formación -que pasaron de 18 a 5 en la anterior crisis- y la falta de previsión ante la avalancha de retiros por edad que se está produciendo desde 2018 y que se conocía desde hace muchos años

Siguen persistiendo las dificultades para cubrir las plazas médicas en los centros de salud. - Foto: Patricia

El médico rural José Manuel Sastre, presidente de la Junta de Personal del Área de Salud de Burgos, cuenta una experiencia que vivió en primera persona y que explica con total claridad una de las razones por las que Atención Primaria en la provincia de Burgos continúa ahogada por el déficit de médicos de Familia, colectivo en el que este año las jubilaciones van a triplicar a las incorporaciones de facultativos jóvenes que acaban la formación: «Hace doce años o más, desde CCOO, el sindicato al que pertenezco, pedimos una entrevista con la gerente de Atención Primaria para pedirle que se calculase la edad media de la profesión médica en la provincia, su proyección de futuro muy cercano y el análisis de necesidad de recambio. Primaria se gestó entre los años 1981 y 1983 con oposiciones a médicos titulares, plazas que se ocuparon con profesionales entre los 24 y los 28 años que se iban a jubilar entre 2018 y 2022, y la puesta en marcha de los centros de salud de Miranda, Aranda y Burgos, con médicos de la misma edad. Si no se hizo lo que pedimos en aquel momento fue por la voluntad política de no hacerlo», concluye.

La actual responsable de la Gerencia de Atención Primaria, Mónica Chicote, explicó recientemente en una entrevista en este periódico que la previsión para este año es la jubilación de 37 médicos de los que 18 han expresado su intención de prorrogar su vida laboral. Por otro lado, de los siete residentes que han terminado su formación se quedan cinco trabajando en Atención Primaria, además de un sexto que se ha formado en la provincia de León. Son cifras que no aseguran, ni de lejos, el relevo generacional del que vienen hablando hace más de una década no solo los sindicatos de clase y el profesional de los médicos sino la sociedades científicas y otras entidades.

Para el vocal en Burgos de la Sociedad Castellano y Leonesa de Medicina Familiar y Comunitaria (Socalemfyc), Francisco de Juana, la situación sigue siendo preocupante: «Este año partimos con varias vacantes sin cubrir, muchos profesionales de baja laboral, también sin cubrir, a lo que hay que añadir, al menos, otras 19 vacantes. Y la realidad puede ser todavía peor, ya que algunos de estos 18 profesionales que han manifestado su intención de prorrogar aún no lo han firmado y pueden volverse atrás, y otros médicos de Familia que no han cumplido la edad de jubilación están pensando seriamente en adelantarla».

Por su parte, Teresa Delgado, que acaba de terminar su formación como médica de Familia, ante el hecho de que 18 profesionales que podrían jubilarse tienen opción a solicitar una prórroga «es fácil comprender que se trata tan solo de un parche»: «Al final de la vida laboral como mucho puedes prolongarla 5 años y no suele ser lo común. El verdadero problema es que existe un déficit de personal desde hace más de diez años».

La Plataforma por la Sanidad Pública de Burgos, que considera que el relevo es claramente insuficiente, añade que se suman varios condicionantes «que juegan en contra de la Atención Primaria». Por una parte, la carencia de médicos, que en el área de salud de Burgos es muy acentuada; la edad media muy avanzada de casi todas las plantillas, y el reemplazo que llega vía MIR y EIR (médicas y enfermeras en formación) «que aún está lejos de producirse ya que en los próximos años el número de jubilaciones seguirá superando al de médicos que terminan sus cuatro años de especialización».

En este sentido, en 2022 terminarán 10 residentes; en 2023, 9; en 2024, alrededor de 40, y en 2025, aproximadamente 42, que son los que ahora se están ‘peleando’ con el Ministerio de Sanidad por el sistema de elección de plazas que históricamente había sido presencial y que ahora se ha sustituido por otro que ha levantado en armas a quienes han aprobado los exámenes no solo MIR, de Medicina, sino los de Enfermería, Psicología, Farmacia, Biología y otras disciplinas.

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