Tras conocer la semana pasada que el Ayuntamiento ha dado el visto bueno al despliegue de la fibra óptica por el centro de la ciudad, Telefónica se ha puesto ya manos a la obra para comenzar a solicitar las licencias que le permitan llevar internet de alta capacidad al casco histórico. Las previsiones de la compañía, siempre que la tramitación no se dilate, es poder extender su red en un radio de acción con 16.000 pisos y negocios. Lo que en su argot denominan como unidades inmobiliarias.

Pese a que la compañía ya tiene diseñado su plan de despliegue, en el que pretende invertir unos 2 millones de euros, el trabajo que queda por delante es intenso ya que de lo que se trata es de que sus técnicos de operaciones soliciten las autorizaciones calle a calle. En el centro histórico, según avanzan desde la compañía, la idea es comenzar por la Plaza Mayor y la calle San Lorenzo. El objetivo es que en estos lugares, sin perjuicio de que se vaya avanzado en otros, la llegada de la fibra sea una realidad en agosto. En el resto, el planteamiento es ejecutar el plan antes de final de año.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)