Ni rezan a San Nicolás López para tener su prole, ni son los dos marcianitos que irrumpen en la vida de la pareja tras sufrir una avería en su ovni ni hacen los coros al tralarí, tralarí con su violín y su acordeón. Pero sí se cuelan en el surrealista universo de El milagro de P. Tinto. Fetén Fetén musicaliza la película de Javier Fesser, con nuevas composiciones o fetenización de algunos pasajes, que interpretarán en directo junto a la proyección del reverenciado largometraje. El estreno tendrá lugar en el Festival Manhattan de Murillo de Gállego (Zaragoza) el 13 de agosto. Pero especial será la segunda fecha confirmada, el 25 de agosto en el pueblo burgalés de La Revilla, en cuya estación se rodó parte de este filme protagonizado por Luis Ciges.
Esta locura parte de la productora y empresa de gestión cultural Born! Music. Su proyecto Retina propone la creación de nuevas bandas sonoras para películas actuales, no de cine mudo, más frecuente, y Diego Galaz y Jorge Arribas cogieron el guante al vuelo.
«Es muy bonito porque El milagro de P. Tinto, que tiene una banda sonora formidable, de Suso Saiz, podría haber tenido una cercana a la estética de Mastretta o Fetén. Los serruchos y los violines trompeta en el universo de Fesser tienen muchísimo sentido», traza un Galaz emocionado por la cinta elegida, que, recuerda, marcó a su generación y permanece latente en su imaginario. «Nos cambió la vida a todos. ¡Fue increíble!», ríe solo de pensarlo y añade más: «Junto a la gira con Fito que hicimos en su día este es otro de los grandes hitos dentro de lo que aspiramos a hacer como grupo. ¡Es un regalazo!».
La bendición de Fesser la tienen. De hecho, fue el propio cineasta el que decantó la balanza hacia el dúo burgalés. Cuenta José Luis Cuevas, responsable de la productora, que cuando le presentaron el proyecto con dos opciones sobre la mesa, el también director de Campeones no tuvo duda. «La idea le entusiasmó, pero cuando le sugerimos el nombre de Fetén Fetén, le encantó aún más», desvela.
Conseguido el beneplácito del padre de la criatura, el camino se complicó con una pequeña gran dificultad técnica. El largometraje tenía el sonido ambiente, los diálogos y la banda sonora juntos, sin separación por pistas, y extraer la música para componer una nueva fue una tarea ardua. Las virguerías de un técnico de sonido hizo que no tiraran la toalla.
El obstáculo se sorteó y Galaz y Arribas cogieron el lápiz para perfilar versiones de algunos temas míticos del filme, composiciones nuevas y otros arreglos para la música incidental que enfatiza la tensión, emoción o dulzura de algunas secuencias. Y todo, siempre, «desde nuestro universo musical». Ambos creadores han hecho equilibrismos para mantener el ritmo de la película con el del mundo Fetén.
Entre bolo y bolo veraniego, ya se encuentran con los ensayos generales de esta iniciativa, que tendrá su versión de interior y de exterior. «Pasa algo muy curioso porque te integras en la película, pero no dejas de ser un elemento que está fuera. Debes intentar que el público no esté pendiente de ti, pero la gente, aunque esté viendo la pantalla, por el rabillo del ojo observa a los músicos», anota el violinista, seguro de que P. Tinto gozará de una larga segunda vida al son de serruchos y violines trompeta.