Una de las principales novedades de la próxima edición de Sonorama, que comenzará en unos días, es que ya no se celebrará en el recinto ferial, como los últimos años, sino que se trasladará a un punto muy próximo a este enclave, el espacio conocido como El Picón.

Tras varios meses en obras, en los que se ha adecuado este descampado para que pueda acoger los platos fuertes del festival, el espacio está prácticamente listo a falta de algunos últimos remates.

La mayor parte de este lugar se ha adoquinado y también se ha procedido a la acometida de la luz y la instalación de farolas en la mayor parte de la extensión. Igualmente se ha dejado una zona sin embaldosar, lo que es el perímetro, con la intención de que esta sea césped. Algunos de los trabajos que se estaban desarrollando en El Picón durante estos días consistían en abastecer de agua al suelo para que creciera la hierba, tanto a través de métodos mecánicos como manuales. De hecho, en la parte más estrecha de esta parcela, el color marrón del suelo de tierra ya ha dado paso al verde del césped.

Es precisamente en esa zona final de El Picón donde la organización tiene prevista la instalación de las food track con servicios de restauración y de los puestos de merchandising.

Además de estas zonas verdes y de la principal adoquinada, también habrá dos especies de pasillos, con piedra blanca de paso.

ESCENARIOS JUNTOS

La nueva ubicación trae alguna novedad más. En esta edición los dos escenarios principales no estarán uno enfrente del otro, como ocurría en el recinto ferial, sino que estarán uno al lado del otro, en la parte de El Picón que queda más próxima a la zona del bosque. «Ya no va a haber escenario principal y secundario, sino que van a ser los dos iguales. El hecho de que estén juntos va a facilitar las labores de producción y de carga y descarga», comenta Rubén Martínez, que forma parte del equipo de producción de Sonorama Ribera.

La zona VIP, que también contará previsiblemente con un espacio de césped, quedará a la derecha de los escenarios, en la zona más próxima a la N-I.
Una de las últimas labores que llevarán a cabo desde la organización antes de que arranque el festival es vallar todo el perímetro para evitar que personas sin entrada puedan acceder a este recinto. «Instalaremos una doble valla», comentaba Rubén Martínez, que afirmaba que también se cortarán al tráfico las carreteras que delimitan a El Picón.