El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez- Quiñones, inauguró hoy en Aranda de Duero (Burgos) la nueva red de calor de la localidad, que permitirá abastecer de calefacción y agua caliente sanitaria a 4.600 viviendas y 30 edificios públicos del municipio. Se trata además de la primera experiencia en España de hibridación entre una red de calor que se abastece de energía térmica con biomasa y una central de cogeneración de energía eléctrica, ubicada en la planta industrial de Michelín.

Acompañado por el consejero delegado de la sociedad promotora Centrales de Calor de Biomasa, Alberto Gómez, y la alcaldesa de Aranda de Duero, Raquel González, Suárez-Quiñones visitó las instalaciones de esta red de biomasa, así como una de las comunidades de propietarios conectada a dicha Red de Calor.

Con una inyección de más de 15 millones de euros y la creación de 40 puestos de trabajo directos e indirectos, los edificios conectados a esta red de calor dejarán de emitir 11.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. Un dato que el consejero quiso destacar al hilo de la reciente celebración de la COP25, añadiendo que el trabajo del día a día es el que “determina el éxito”.

Según señaló, esta iniciativa supone un “compromiso medioambiental indiscutible”, que con un total de 12 megavatios de potencia instalada en la central térmica, generarán 40 millones de kilovatios de energía térmica, y consumirá 12.000 toneladas de biomasa local al año. Asimismo, cabe destacar que durante los tres primeros meses de funcionamiento suma ya la conexión de 500 viviendas con 1.500 vecinos y el colegio Claret de la localidad.

Suárez-Quiñones remarcó además que Castilla y León es una de las autonomías con mayor producción de biomasa, donde los bosques acumulan 225 millones de toneladas, con un crecimiento anual de 6,5 millones de toneladas. La Comunidad también cuenta con una gran capacidad de transformación de esta biomasa para convertirla en energía térmica: 11 fábricas de pellets, 10 redes de calor y más de 100 edificios públicos conectados, siendo la primera en el ranking nacional de energía consumida procedente de la biomasa.

Por su parte, la alcaldesa de la localidad manifestó su “orgullo” porque este proyecto, que lleva en proceso de negociación desde 2014 se haya llevado a cabo, y que permite a Aranda de Duero “minimizar la contaminación y mejorar las condiciones de sostenibilidad”. “Estamos en el buen camino”, agregó.

PRIMERA EXPERIENCIA

A través de esta red de calor ha arrancado en Aranda de Duero la primera experiencia que se pone en macha en España de hibridación entre una instalación de este tipo y una central de cogeneración de energía eléctrica. Esta iniciativa conjunta es un ejemplo de hibridación y aprovechamiento eficiente a gran nivel que solo se puede realizar en ciudades que cuentan con redes de calor urbanas, que permiten la integración de diferentes fuentes de energía térmica.

Esta colaboración supone además un gran avance en la innovación en el sector de las energías renovables, puesto que no existe nada igual en España y es el resultado de un acuerdo al que llegaron hace meses la sociedad promotora Centrales de Calor con la empresa Energy Works Aranda, propietaria de la central de cogeneración, cuyo principal cliente en este municipio burgalés es la empresa Michelin. Tanto es así que Rebi y Enegy Works podrían replicar esta experiencia en otros puntos de la geografía española.

La instalación de Energy Works es de tipo ciclo combinado gas-vapor generadora de electricidad que vierte a la Red Eléctrica mediante una turbina de gas y dos de vapor a diferente presión. El calor resultante se conduce a través de la Red de Calor para que pueda ser utilizado en los sistemas de calefacción y agua caliente sanitaria de los vecinos de Aranda de Duero en un 50 por ciento por ciento, mientras que la otra mitad será energía térmica de biomasa que llegará a los usuarios procedente de la central térmica.

SIN COSTE

La conexión no supone además ningún sobrecoste ni derrama para los vecinos porque la pequeña obra en la sala de calderas corre a cargo de la empresa, mientras que el consumidor solo paga la energía térmica de biomasa que consume. Ahora también se llega a los edificios de viviendas de nueva construcción.

De esta manera, quien compre una vivienda en un bloque nuevo en la zona de actuación de la Red, verá reflejado en su contrato que incorporará la red de calor con biomasa; la sala de calderas cuenta con una estación de intercambio de placas que hace el trasvase de la energía de los tubos de la calle al circuito del edificio, con un equipo de producción de calefacción y otro de agua caliente. El consumo se mide de manera individualizada con un contador de kilovatios colocado en el rellano del portal y no es necesario que el habitáculo disponga de ningún otro equipo ni caldera.

Paralelamente continúan también a buen ritmo las canalizaciones donde la empresa promotora Rebi introduce los tubos preaislados por los que circula agua caliente a 90 grados centígrados.

La red se diseña según el interés de las comunidades de propietarios que quieran formar parte del nuevo servicio de abastecimiento de energía verde procedente de la biomasa. Teniendo en cuenta la buena acogida que está teniendo el proyecto por parte de los arandinos, la empresa pretende llegar a finales de este año a superar las 8.000 toneladas de CO2 evitadas a lo largo de 2020.

Rebi actualmente abastece de energía térmica generada con biomasa a más de 6.000 usuarios en las cinco redes de calor que gestiona: Olvega, Soria, Presidencia de la Junta de Castilla y León, Aranda de Duero y Guadalajara.