La delegación arandina de Manos Unidas  tiene un nuevo compromiso: la construcción  de un albergue  para niñas vulnerables en Ha Masana, una población cercana a a Maseru, capital de Lesotho.  Para dotar a la localidad africana de este servicio se ha propuesto un claro objetivo: alcanzar los 30.000 euros dentro de la campaña que ya se ha puesto en marcha. «Nosotras nos hemos comprometido a recaudar 30.000 euros pero el proyecto es más elevado, nosotras no comprometemos con lo que sabemos que podemos conseguir. Otros años hemos recaudado más de esa cantidad y el proyecto en total es de más de 60.000 euros, que se completan con aportaciones de otras ciudades y de los misioneros de allí, que son los que están promoviendo la campaña y quienes van a poner el terreno y el diez por ciento del coste total», explica una de las voluntarias arandinas, Micaela Ramos.

La campaña está en plena actividad y el mercadillo solidario, principal ayuda para conseguir la recaudación esperada, permanecerá abierto hasta el 10 de marzo en las galerías del comercial Isilla. Allí, multitud de locales se han cedido a las voluntarias, porque todas son mujeres, para que vendan los productos que les han donado los negocios de la comarca. Hay desde ropa hasta vinos pasando por libros o juguetes. «Colabora casi todo el mundo. La mayoría de comercios, empresas, bodegas... Normalmente los comercios nos dan de lo que ellos venden. Otros te dan una aportación económica. Por eso aquí lo que ponemos normalmente es más barato, porque a nosotros no nos cuesta nada y tratamos de vender lo máximo posible para llevar a cabo el proyecto y conseguir esos 30.000 euros», señala Micaela Ramos. Las actividades a beneficio de Manos Unidas se cerrarán el 12 de marzo con el recital de baile y música que tendrá lugar a las 20.00 horas en la Casa de Cultura. Las actuaciones las protagonizarán la asociación cultural Por Sevillanas Syriana y Andrés Garrasparri.

Micaela Ramos recuerda que Manos Unidas ha desarrollado más de 60 campañas en su larga historia y que Aranda se sumó a la colaboración desde los inicios. En esta ocasión, la ayuda humanitaria está dirigida a las niñas más vulnerables de Lesotho y a sus familias, proporcionándoles un entorno seguro. «Este trienio que empezamos este año lo vamos a dedicar a la mujer. Por eso el proyecto consiste en la construcción y dotación de mobiliario de un albergue para niñas en Lesotho, en un pueblo cerca de la capital. Este albergue se hace para que las niñas que viven alejadas del centro urbano puedan alojarse ahí y acceder a la enseñanza», inciden en Manos Unidas Aranda.