Los romanos vuelven a Clunia

ADRIÁN DEL CAMPO
-

El yacimiento situado entre Coruña del Conde y Peñalba de Castro estrena las visitas teatralizadas con un alto seguimiento y tres divertidos personajes que muestran la ciudad

El actor que interpreta a Séneca da un discurso filosófico a los visitantes desde lo que fue el antiguo foro. - Foto: Christian Castrillo

Los romanos han vuelto a pisar Clunia. La milenaria ciudad ha despertado de su letargo gracias a tres recién llegados habitantes: Emilia, Metelo y Séneca. La dómina, el legionario y el filósofo son los nuevos anfitriones del municipio imperial y los encargados de enseñar toda su historia en unas divertidas rutas teatralizadas que se han estrenado este fin de semana. La oferta turístico-cultural impulsada por la Diputación de Burgos ha sido todo un éxito en su arranque y en sus dos primeras jornadas prácticamente ha llenado su aforo, de unas 40 personas. Desde el yacimiento declaran que el miedo al coronavirus no se ha notado y que «la gente se siente muy segura en un espacio tan abierto y amplio».

El proyecto tiene todos los ingredientes para seguir siendo un filón hasta su clausura, el 20 de septiembre: un amplísimo patrimonio romano, el conocimiento de los arqueólogos de la ciudad, que también dan detalles de las ruinas, y el talento de tres actores que amenizan el recorrido con dramas, reflexiones, órdenes y comedia. La ruta comienza cerca de lo que fue la via principalis de Clunia, donde una de las arqueólogas del yacimiento cuenta algunas de sus claves.

Rápidamente es interrumpida por Metelo, el legionario que se encarga de agrupar a los visitantes y de meterles prisa cuando se rezagan. Acto seguido entra en escena Emilia, una dómina obsesionada con que su ciudad esté lo más presentable posible ante la inminente llegada desde León del gobernador de Hispania, Galba, para terminar fraguando en Clunia una rebelión contra el actual emperador, Nerón.

Mientras la excentricidad y preocupación por las apariencias de Emilia chocan con la bravura y simplicidad de Metelo, aparece el tercer personaje, Séneca. Desde lo alto de lo que fue el foro, el pensador lamenta su destierro a Clunia, pero advierte: «Prefiero molestar con la verdad que no agradar con adulaciones». Su discurso es frenado por Emilia, que se empeña en enseñar las casas y tabernas de la ciudad, momento en el que se destacan los mosaicos del yacimiento o se explican las peculiaridades de Clunia.

Tras haber visto a Séneca bañándose en las termas, la ruta concluye en el teatro más grande de toda la península, donde los tres protagonistas celebran la llegada de Galba y su posterior victoria, no sin antes destacar las 10.000 personas que cabrían en el gran recinto desde el que se despiden de un público que, al menos ayer, rompía en aplausos.