Cinco burgaleses en el Amazon de los conventos

H. Jiménez
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Ante la falta de visitantes presenciales, la venta online de sus productos gastronómicos resulta cada vez más importante para los monasterios de la provincia. Un puñado de ellos se ha sumado a un portal que agrupa a congregaciones de toda España

Cinco burgaleses en el Amazon de los conventos - Foto: Jesús J. Matías

La hermana Rocío, torbellino de energía, lo mismo organiza el trabajo del obrador que prepara un pedido para Suecia, Italia o Florida o coloca el paquete correspondiente en la entrada, para que lo recojan los de Correos Exprés y lo despachen a donde corresponda. Maestra de novicias en el Monasterio Cisterciense de Villamayor de los Montes, ella es quien se ocupa de la mayor parte del proceso de venta por internet, desde fotografiar los productos para que resulten atractivos hasta atender las peticiones que les llegan a su página web, con tienda digital desde hace más de diez años. Y en los últimos meses la demanda no para de crecer.

La pandemia ha incrementado la clientela de las comunidades religiosas que ofrecen sus delicias gastronómicas online. «No es equiparable con la tienda física, pero ayuda», confiesa la monja. A falta de visitantes por las restricciones de movilidad y ante el temor de mucha gente a desplazarse, las ventas virtuales han surgido como un recurso que contribuye a la supervivencia de estos conventos, donde no suelen sobrar los ingresos para mantener a sus miembros y afrontar los gastos que implica la conservación de grandes edificios de valor histórico.

Hace muchos años que empezaron a vender por internet sus dulces o licores, así que tienen experiencia en el sector, pero ahora un puñado de ellos se ha agrupado en un portal de ámbito nacional, llamado Contemplare, que presume de ser «el Amazon de los conventos» y que permite elegir productos variados de distintas procedencias y recibirlos en casa en un solo paquete.

Laura Candela, de la Fundación con sede en Madrid que gestiona este portal, explica que en Burgos se han sumado al proyecto cinco monasterios. Así, las clarisas de Belorado difunden su famosísimo chocolate; San Pedro de Cardeña la cerveza, el vino o el queso; las cistercienses de Villamayor de los Montes sus rosquillas, las clarisas de Vivar del Cid los turrones y Iesu Communio el brownie o las trufas de La Aguilera.

(El reportaje completo, en la edición impresa)