Nueve personas han donado sus órganos en el HUBUeste año, lo cual supone un incremento con respecto a la actividad desarrollada en este sentido en 2019 (hubo seis donantes en el primer semestre) y, en general, iguala el ritmo previo a la pandemia. El complejo asistencial de la capital es un centro que aporta órganos a la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), pero no es receptor porque en Burgos no se hacen trasplantes. En 2021 ha colaborado con la extracción, conservación y entrega de 14 riñones, 6 hígados, 2 corazones y 8 pulmones, además de 12 córneas, 18 fragmentos óseos y 4 válvulas cardíacas.

Desde el equipo responsable de la coordinación de este tema en el HUBU, destacan que una de las donaciones pulmonares fue de un bebé de cuatro meses en parada cardiorrespiratoria (en la jerga técnica, en asistolia). Era la primera vez que el complejo asistencial extraía los órganos en un casi recién nacido en estas circunstancias clínicas, en las que se ha certificado el cese irreversible del latido cardíaco y de la respiración espontánea durante un período que excede los cinco minutos y, por lo tanto, todo el proceso tiene que hacerse cuando el corazón ya no está bombeando sangre y oxígeno a los órganos. Eso, indican desde el equipo, obliga a una intervención más compleja que en los casos en los que la donación se produce por muerte encefálica, en la que el primer órgano que pierde sus funciones es el cerebro y, mientras el equipo trabaja en la extracción, es posible que la sangre siga circulando y alimentando a los órganos que se van a poner a disposición de la ONT. 

La cesión por muerte encefálica era, hasta ahora, la más frecuente, pero en estos meses más de la mitad de los casos (5) han sido en asistolia (el corazón ‘muere’ primero).

Agradecimiento. El momento de plantear la posibilidad de la donación es duro para las familias del paciente en situación crítica, por lo que desde el equipo coordinador de trasplantes del HUBUno tienen más que palabras de agradecimiento para quienes acceden a este gesto altruista e inmenso, que salva -o mejora mucho- la vida de quienes reciben los órganos.

El HUBU no injerta, por lo que todos los órganos se trasplantan fuera en condiciones de anonimato. Pero lo habitual es que la ONT dé prioridad a los potenciales receptores de Burgos o entorno.