Los 166 castellanos y leoneses que se salvaron el 23-F

SPC
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Más de 3.000 personas iban a ser asesinadas en España al día siguiente del golpe en el caso de que hubiera triunfado

Los 166 castellanos y leoneses que se salvaron el 23-F

Cualquier persona mayor de 45 años recuerda lo que estaba haciendo exactamente aquella tarde aciaga de 1981. Era lunes, el calendario marcaba la fecha del 23 de febrero y en las Cortes Generales se celebraba la votación para investir presidente del Gobierno a Leopoldo Calvo-Sotelo. En esto, entró en el Parlamento el coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero y el resto de la historia, al menos una parte, por todos es sabida.

Sin embargo, entre todos los interrogantes que subyacen de aquella histórica jornada la que más nos interesa en este 38 aniversario es ¿qué habría pasado si aquel intento de golpe de Estado hubiera triunfado? Pues, por extraño que parezca, hubo gente que ya había pensado en ello. Y con muy mala intención, por cierto.

El semanario Actual, ya desaparecido, comenzó a publicar en agosto de 1982 las listas de las más de 3.000 personas que iban a ser asesinadas al día siguiente del golpe en el caso de que este hubiera triunfado. Contaba la publicación que aquella larguísima retahíla de nombres había sido acordada en una reunión que tuvo lugar en Madrid el 22 de diciembre de 1980 entre los integrantes de las recién creadas 'Milicias Populares Patrióticas'. Aquel grupúsculo había sido constituido por elementos violentos escindidos de formaciones de ultraderecha como 'Frente de la Juventud', 'Fuerza Nueva', 'Fuerza Joven', 'Falange Primera Línea' y 'Juventudes Nacionales Revolucionarias'.

En Actual, incluso, se podía leer que el estadio Santiago Bernabéu sería escogido como lugar de ejecución masiva, a imagen y semejanza del horroroso centro de detención en que el general Augusto Pinochet convirtió el Estadio Nacional de Chile en Santiago. Leído 38 años después todo esto puede sonar a broma o a bravuconada, pero muchas personas recibieron la noticia de su inclusión en aquel tenebroso listín con terror y escalofríos.

Entre las más de 3.000 personas que figuraban en esas listas de la muerte aparecía el nombre de 166 castellanos y leoneses. La provincia con más “ejecutables” era Burgos, con un total de 29 individuos, mientras que en Salamanca tan solo se registraron los nombres de ocho. La inmensa mayoría de los nombres que allí aparecían fueron recogidos por los ultras de la época entre los políticos que se habían presentado a las elecciones de 1977 y 1979 bajo las siglas del PSOE y del Partido Comunista de España.

Aparecen, por solo poner algunos ejemplos, los que eran alcaldes socialistas en aquel momento de Valladolid y Salamanca, Tomás Rodríguez Bolaños y Jesús Málaga Guerrero, respectivamente; quien sería dos años después del intento de golpe primer edil de Zamora, Andrés Luis Calvo, o el también zamorano Demetrio Madrid, presidente de la Junta de Castilla y León entre 1983 y 1986.

Asimismo, en aquella lista infame se pueden leer nombres conocidos, como el de Juan José Laborda, veterano político socialista vasco afincado en Burgos, que fue presidente del Senado entre 1989 y 1996, el del historiador vallisoletano Julio Valdeón, o el de Marcos Ana, el escritor salmantino que pasó a la historia por ser el hombre que más tiempo pasó en prisión durante la dictadura franquista.