Otros dos urgenciólogos se fueron del HUBU la semana pasada

G.G.U.
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El déficit de especialistas ya es de once sobre un total de 35 reconocidos en la plantilla del Hospital Universitario de Burgos

Otros dos urgenciólogos se fueron del HUBU la semana pasada

Otros dos médicos con dilatada experiencia en la atención de urgencias renunciaron la semana pasada a seguir trabajando en el servicio del HUBU, en el que el déficit de especialistas ya es de once sobre un total de 35 reconocidos en la plantilla.

Esa carencia de personal dejó una decena de guardias sin cubrir en el calendario de noviembre y ha imposibilitado configurar el de diciembre. Una tarea que ha asumido la dirección médica del hospital, dado que las Urgencias del HUBU llevan más de tres meses sin responsable. Quien fuera jefe de servicio durante los últimos ocho años, Francisco Callado, renunció el 22 de julio y trece días después el exdirector médico, Antonio de las Heras, cesó mediante una carta al número dos, Fernando Richard, quien podría haberse hecho cargo de la organización hasta que se eligiera a un nuevo responsable. El hospital informó en un comunicado que se relevaría a Callado «a la mayor brevedad posible»; luego pospuso el nombramiento a octubre y, ahora, entrado noviembre, Urgencias sigue sin coordinador y con el problema de falta de personal muy agravado.

Quienes aún siguen en el servicio reprochan a la gerencia que alertaron de este problema hace mucho tiempo, antes de que comenzara la pandemia, de hecho. Entonces, justo antes del estallido de la covid llegaron a estar con seis especialistas menos, pero de forma muy puntual. Con la pandemia, las visitas a Urgencias se redujeron mucho -los ingresos desde el servicio se mantuvieron estables, sin embargo- y la atención a quienes tenían síntomas por coronavirus se repartió con otros servicios, en la carpa colocada fuera.

Pero desde la pasada primavera la frecuentación a urgencias ha vuelto a valores habituales y la pérdida de profesionales se ha agudizado, en lo que ellos mismos tildan de «huida» por las «precarias condiciones laborales a las que nos vemos sometidos». 

En el último concurso de traslados, Urgencias ofrecía 13 plazas y no cubrió ninguna. Ocho de ellas las ocupan interinos, pero cinco estaban vacantes. Y la huida sigue.