Llenar el depósito, 13 euros más barato que hace un año

L.M.
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A finales de mayo el precio del combustible tocó fondo tras dos meses de confinamiento y sin apenas viajes. Desde entonces el coste del diésel y la gasolina no ha parado de subir

LLenar el depósito, 13 euros más barato que hace un año - Foto: Luis López Araico

La pandemia de la COVID-19 ha provocado que las expectativas que muchos burgaleses tenían acerca del verano, época en la que se suelen realizar grandes viajes a lugares lejanos o desplazamientos a la otra punta del país, se queden este año en agua de borrajas. El turismo interior, las visitas a emplazamientos cercanos de los domicilios, los pueblos o las escapadas puntuales a playas del norte serán el pan del día a día de muchos vecinos de la provincia, que no obstante verán reducido el desembolso que deban hacer a la hora de repostar.

El largo periodo de confinamiento y la paralización casi total del transporte particular provocó desde inicios de abril una bajada del precio del combustible hasta tocar fondo a finales del pasado mes de mayo.Desde entonces, tanto gasolina como gasoil (diésel) no han parado de escalar su valor, aunque este es aún muy inferior al del verano pasado. Según los datos que actualiza a diario el Ministerio para la Transición Ecológica y el RetoDemográfico, el precio del litro de diésel era ayer, de media en las estaciones de servicio de Burgos, de 1,045 euros, lo que significa que llenar un depósito medio (65 litros) de diésel ascendía a 67,9 euros. Si comparamos estos valores con los que se registraban hace exactamente un año -1,245 euros el litro y 80,9 el depósito- el ahorro se dispara hasta aproximadamente los 13 euros.

Un impacto similar en términos económicos ha tenido la pandemia en el precio de la gasolina. Si los burgaleses o los conductores que paraban a repostar en la provincia a principios de julio del pasado verano debían abonar una media de 87,1 euros por depósito, a razón de 1,34 euros el litro, ayer era 12 euros más barato.Cada litro costaba ayer 1,155 euros, lo que significa que el precio de repostar se disparaba hasta los 75 euros. Los precios que marca elGeoportal de Hidrocarburos del Ministerio para este inicio de verano, en el que se disparan los desplazamientos, no se registraban a principios de un mes de julio desde 2017, cuando el diésel valía 1,033 euros el litro y la gasolina 1,15.

de los más baratos. El valor de los combustibles que registran las gasolineras burgalesas son de lo más económico de toda Castilla y León. En cuanto al gasoil, el 1,045 euros el litro que se abona en la provincia es solo superado por los 1,028 de Soria.Lejos, muy lejos quedan los 1,071, el territorio más caro, mientras que Ávila y Valladolid comparten el precio de , 1,067. Con respecto a la gasolina, son las estaciones de servicio de la provincia de Soria las que más barato lo ofrecen, a 1,134 euros, seguida muy de cerca por el 1,137 euros de Salamanca. En Burgos se eleva hasta 1,155, mientras que en Ávila alcanzan los 1,172 euros.

El desplome de los mercados internacionales del petróleo, que llegó a estar en negativo en los días más crudos de la pandemia del coronavirus, arrastró poco a poco a la caída final para el consumidor, un fenómeno que siempre tarda en llegar pero que se acabó por notar de manera evidente en todos los surtidores del territorio burgalés a finales de abril. En ese momento, el valor de la gasolina en la provincia de Burgos estaba el jueves día 30 en 1,135 euros por litro, lo que para un depósito medio de 60 litros de capacidad daría como resultante un coste de 68,1. En el caso del diésel, el precio medio por litro estaba el último día de abril en 0,989 euros, con lo que el depósito costaría 59,34 frente a los más de 76 de enero. Un 22% que va al bolsillo de los conductores. La escalada de precios hace indicar que el precio del combustible no dejará de crecer a lo largo del verano.