El Ayuntamiento de Salas de los Infantes llevará a la próxima Junta de Ledanías una propuesta para tratar de recuperar la caza en las cerca de 6.000 hectáreas de estos terrenos comunales, que comparte con Castrillo de la Reina, Hacinas, los barrios de Castrovido, Arroyo de Salas y Terrazas, y Monasterio de la Sierra. Según los cálculos del concejal Ángel Martínez, en los últimos 13 años «se han dejado de ingresar más de 400.000 euros por no llegar a un acuerdo».

Según esta propuesta, los empadronados en las localidades que integran Ledanías disfrutarían de la caza menor, incluida la becada, y de la mayor mediante monterías, mientras que el corzo se sacaría a subasta para obtener unos ingresos a repartir, que según sus cálculos podrían rondar los 25.000 euros anuales y con los que se compensaría a aquellos ‘hermanos’ no aficionados a la cinegética. Además, se fomentaría el empadronamiento en estos pueblos, ya que de salir adelante su propuesta, sería condición indispensable llevar al menos 2 años inscrito para poder obtener la tarjeta que permita cazar en estos terrenos, previo pago de una cuota anula de 400 euros.

«No solo es un detrimento en los ingresos, sino que además es un perjuicio evidente para la salud de la cabaña ganadera y para la seguridad vial de la comarca», por la extensión de la tuberculina y los accidentes que ocasiona la irrupción de corzos, ciervos y jabalíes.

La gestión del coto se encomendaría a una comisión, formada por 8 cazadores, 2 de Salas de los Infantes, 2 de Hacinas, 2 de Castrillo de la Reina y 2 del Concejo de Arriba (los 3 barrios más Monasterio de la Sierra). Entre sus competencias estaría la propuesta del calendario de  caza, tanto menor como mayor, que deberá aprobar la Junta de Ledanías, y el nombramiento de los 4 jefes de cuadrilla para dirigir cada montería, «quienes tendrán poder absoluto para organizar la misma», detalla la propuesta, a la que ha tenido acceso este periódico.

La propuesta se completa con otros flecos, como la cesión de pequeñas superficies de terreno a los ayuntamientos implicados, que ahora tendrán que pronunciarse sobre ella. El alcalde de Castrillo de la Reina, Galo Contreras, ya avanza que no son partidarios de un «coto único, sino de que los cotos de los municipios se acrecienten con terrenos colindantes», si bien reconoce la necesidad de «llegar a un acuerdo con los hermanos», de la misma manera que han salido adelante otros, como la ordenanza micológica. También reclama una visión de conjunto, con la mudanza de la sede de Ledanías a un espacio propio, fuera de las dependencias del Ayuntamiento de Salas.

Mientras, el alcalde de Hacinas, José Ángel de Juana, se confiesa capaz de «aceptar casi cualquier cosa por aburrimiento y por cansancio» y asume la necesidad de llegar a un acuerdo, en uno u otro sentido, para evitar que los vecinos, ‘hermanos’, sigan perdido ingresos.