El Valle de Tobalina pondrá el foco en tres sectores para tratar de recuperar una pequeña parte del empleo perdido con el cierre de Garoña. El turismo, la industria y la atención a los mayores sustentan los proyectos presentados por el Ayuntamiento ante el Instituto para la Transición Justa dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, que comanda el paso a una nueva economía alternativa a la central nuclear. La alcaldesa, Raquel González, los avanzó ayer en el pleno ante las preguntas del edil de Vivir en Tobalina, José Luis Conde, muy crítico con el gobierno y que vaticinó que «no va a venir ni un duro como le dije hace 3 años».
La regidora aclaró al edil que «no habrá ayudas directas» a los 27 municipios integrados en el protocolo para la transición justa firmado en mayo, sino que «los proyectos que hemos presentado se encauzarán en distintas líneas de ayuda en concurrencia competitiva con otros y se nos dará mayor puntuación que a otras zonas». Posiblemente, los fondos europeos sean una de las principales fuentes de financiación, como avanzó la secretaria municipal, pero todavía nadie en el Consistorio tobalinés conoce la fecha de firma del convenio que detallará el camino a seguir y con el que se podrán comenzar a obtener ayudas. Ante ello, González admitió que «se nos está haciendo largo el proceso porque está tardando mucho en llegar el convenio, el desmantelamiento no acaba de comenzar y no se genera empleo».
Mientras, el Ayuntamiento ya se ha marcado una hoja de ruta, en la que destacan varios proyectos motores del desarrollo del municipio, como el embarcadero a orillas del embalse de Sobrón, en San Martín de Don, el polígono industrial y la residencia de mayores del Valle de Tobalina, como ayer desveló González en la sesión plenaria. Dentro del proceso de participación en el que el ministerio está pidiendo a instituciones, empresas o jóvenes que opinen y aporten ideas y proyectos, el Consistorio ha planteado la necesidad de apoyo para un nuevo aparcamiento con 100 plazas y un presupuesto de 90.000 euros, que quiere dar respuesta a la necesidad de más estacionamiento junto al embarcadero.
También ha presentado el acondicionamiento del almacén, ya construido en el edificio de la cafetería del embarcadero, y la compra de pequeñas embarcaciones (canoas, kayaks...) que estarán listas para su alquiler «el próximo verano» y de una embarcación de recreo para realizar paseos turísticos por el embalse, un proyecto que el Ayuntamiento «no puede abordar en solitario». Otra propuesta busca construir una acera de un kilómetro entre el albergue municipal y el casco urbano de Quintana Martín Galíndez, a lo largo de la carretera BU-530, dado que ahora carece de accesibilidad peatonal.
En el ámbito industrial, los planes municipales buscan un millón de euros para construir cuatro naves más para el alquiler que se sumarán a las ocho existentes (seis ocupadas) y continuar con la segunda fase de urbanización del polígono, con la adecuación de 16 nuevas parcelas que suman más de 25.000 metros cuadrados.