Los árboles no es que no dejaran ver el bosque sino que impedían a los vecinos de la calle Federico Martínez Varea 15,17 y 19 que la luz entrara en el interior de sus casas. Y es que el solar que antaño ocupó el Hospital General Yagüe, las numerosas especies que se plantaron en su día han ido creciendo sin control alguno tras el vallado y han acabado por invadir las casas aludidas pero también parte de espacio público.
Paralelamente se han secado muchos árboles y debido a su gran porte corren el riesgo de caerse y dañar el vallado que rodea el terreno (como ocurriera con el vendaval de 2016) e, incluso a los vehículos que aparcan en las proximidades y a los viandantes.
Las denuncias vecinales del año pasado propiciaron que la Policía Local realizara una visita y emitiera un informe en el que se ponía de manifiesto que la vegetación invadía el espacio público. La Comunidad de Propietarios solicitó a la Tesorería General de la Seguridad que podara los árboles, dado que el crecimiento había comenzado a dificultar el acceso al garaje y provocado el atasco de sumidero.
Dicho y hecho. La Tesorería encargó un informe y sacó las obras a concurso. Se adjudicaron a la empresa Forestación y Repoblación por un importe de 6.500 euros. Los trabajos comenzaron esta semana. Su envergadura hizo saltar las alarmas de algunos vecinos, que a través de las redes sociales alertaron de la masiva tala. El concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño, comprobó ayer que la actuación contaba con la licencia correspondiente. Sin embargo, a título personal apostó por mantener el arbolado y el que fuera necesario podarlo, en su opinión, tenía que haberse hecho en otra época del año para no afectar a la fauna.
Y es que han comenzado a talar 60 pinos, situados junto a las calles Federico Martínez Varea y León XIII, y 4 cedros ubicados en la esquina de la avenida del Cid con la calle Padre Aramburu. También se podarán 14 sauces, 6 acacias, 4 prunus, y 4 olmos. Paralelamente se podarán todos los arbustos que invaden la acera de la avenida del Cid y las hiedras que sobresalen por las aceras de las calles Padre Aramburu y León XIII, así como el desbroce todo el solar y la retirada de un árbol seco que fue tirado por un vendaval.
Tras el derribo del viejo hospital, en el entorno no se han realizado labores de mantenimiento y espera su desarrollo urbanístico.