Luis Miguel llegó en coche a su carnicería pero nunca entró

F.L.D.
-

La Guardia Civil baraja la desaparición voluntaria como principal hipótesis. Vive en Tardajos y regenta un negocio en el barrio de San Pedro de la Fuente

José, conocido del desaparecido, posa con su foto. - Foto: Valdivielso

Luis Miguel Rodrigo salió de su casa de Tardajos a las 7 de la mañana del pasado lunes en dirección hacia su trabajo, una carnicería del barrio de San Pedro de la Fuente. Desde entonces, familiares y allegados no han vuelto a saber nada de él. La Guardia Civil inició un dispositivo de búsqueda por tierra y aire que a última hora de ayer aún seguía activo. No obstante, la actuación del helicóptero se tuvo que suspender por las condiciones meteorológicas adversas. La principal hipótesis en la que trabajan, a tenor de las primeras investigaciones realizadas, es que se trata de una desaparición voluntaria. No en vano, algunos testigos vieron cómo esa mañana llegó en su coche particular, un Nissan X Trail gris berenjena, al negocio que regenta, pero nunca llegó a entrar en él.

A las ocho y cuarto de la mañana, frente al bar Vel, local ubicado en la calle Villalón, pared con pared con la carnicería del desaparecido, José fumaba con un amigo un cigarro. Trabaja a pocos metros de allí, en un quiosco de la ONCE y conoce a Luis Miguel desde hace muchos años del barrio. "Llegó en su coche y nos pidió que le guardáramos un sitio que había a lado, que iba a dar la vuelta. Comenzaron a pasar minutos y no volvió. Hacía mucho frío, así que decidimos entrar dentro del bar. Más tarde nos enteramos que su familia le buscaba", relataba. 

Luis Miguel es muy conocido en el barrio. No tienen ni la más remota idea de qué ha podido pasar, pero muchos, por diferentes teorías, creen, al igual que la Benemérita, que su desaparición ha sido voluntaria. Al parecer, según explicó José, a las pocas horas de su fugaz saludo desde el coche, la dueña del local vino acompañada por la Policía. Accedieron al interior y seguidamente cerraron nuevamente con llave. "Es todo muy raro, pero esperemos que aparezca lo antes posible", insistió. 

También andaban extrañados en Tardajos, localidad en la que reside desde hace unos cuantos años, aunque algunos lugareños reconocían que no tienen demasiado trato con él, ya que no suele hacer mucha vida en el pueblo y algunos de sus hijos viven fuera. Solo los vecinos de la calle Calzada, donde se encuentra su vivienda, aseguraron conocerle algo más. Varios familiares se reunieron ayer allí a la espera de noticias.