El Centro Tecnológico accede a dos proyectos de innovación

Ó.C.
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El CTME recibe financiación para investigar en proyección térmica y continuar con este campo

Imagen del trabajo en uno de los tres laboratorios de los que dispone el CTME. - Foto: O.C.

La innovación y el desarrollo representan un foco de crecimiento que ahora recibe muchas miradas. En la ciudad hay un punto de referencia cuando toca hablar de investigación: el Centro Tecnológico de Miranda de Ebro (CTME). En ejecución «tenemos unos 17 proyectos abiertos con algunos que vienen del año pasado, incluso del anterior», matiza su director, Juan José García, que remarca que en los últimos meses han recibido la aprobación de «dos proyectos importantes», entre los que suman un valor de 1,3 millones de euros.

El más cuantioso de los dos se denomina «APS_IA en el que vamos a investigar procesos de proyección térmica aplicando la inteligencia artificial», por lo que trabajarán de manera integrada  el área  de plasma y recubrimientos metálicos y el de ingeniería de software. «Para nosotros es estratégico», admite el responsable, que indica que tiene un horizonte a dos años, con un presupuesto de 770.000 euros, de los que 600.000 están financiados por el Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (ICE) y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER)?.

El objetivo es conseguir nuevos conocimiento sobre los procesos industriales para reducir tiempos de experimentación, lo que a su vez permitirá dar una mejor respuesta al cliente y maximizar los materiales y los recursos. El reto «es no hacer prueba y error, sino simular los comportamientos de cada uno de los condicionantes para conocer cómo se va a adherir el material o comportar la pieza», aclara García. Además, el director del CTME destaca que con esta línea dan continuidad a la  proyección térmica, campo en el que han trabajado «y ahora estamos viendo sus frutos de esa inversión».

Además, el centro acaba de embarcarse en «un proyecto colaborativo  entre centros tecnológicos de la región y  empresas de la comunidad». En este caso, la Fundación Cidaut (Valladolid) también está implicada junto a las empresas: Aciturri, MPB Aerospace e Imatec. García indica que en este caso se forma «un consorcio en el que cada uno tiene sus funciones y el objetivo es común». El reto es «conseguir mejores resistencias a la temperatura, al desgaste o una conductividad eléctrica, en función  de qué propiedades va a tener la pieza». En este caso, García remarca que la colaboración real se fragua entre los centros tecnológicos «y las empresas se benefician y en muchos casos lo que hacen es validar lo que estamos haciendo».

El proyecto aportará horas de trabajo durante dos años y el coste total alcanzará los 560.000 euros, de los cuales 460.000 se financiarán con ayuda del ICE y los fondos FEDER.

Más actividad. Al margen de los proyectos de investigación en los que está envuelto el CTME, una parte importante para garantizar la viabilidad está en la actividad vinculada a las empresas de manera directa. «La parte de la ingeniería de software con la digitalización está siendo importante», afirma García, que indica que toda la captura de datos para mejorar los procesos representa un aspecto importante en el día a día del centro. En este sentido, reconoce que «lo último que hemos hecho está relacionado con la realidad aumentada, que se utiliza mucho como argumento de venta y de márketing».

El CTME también realiza servicios tecnológicos de manera directa, un aspecto en el que funcionan como un proveedor más del tejido industrial. «El centro tiene tres laboratorios, el de calibraciones, de medio ambiente y de ensayo de materiales», apunta el responsable, que reconoce que gracias a ellos «conseguimos una de nuestras fortalezas y nos da estabilidad económica», resume García, que indica que la cantidad de clientes varía en función de los años «entre los 300 y los 400». De todos ellos, en el centro tecnológico admiten que «paradójicamente trabajamos más con empresas de fuera que con empresas de Miranda».

La pandemia también ha afectado a la actividad del centro, ya que en la parte de los laboratorios «prácticamente el 70% de nuestra facturación estaba vinculada a la aeronáutica», detalla García, que añade que «todo el impacto del sector a nosotros nos ha dado de lleno». Aciturri, Aernnova y Alestis eran los principales clientes y «cuando ellos se ven afectados, nosotros también».

Para salir de la crisis, el director del CTME recalca que «las dos grandes área que hay son la de industrialización y digitalización junto a la economía circular», aunque García destaca que el origen del centro está la sostenibilidad ambiental, algo que «mantenemos en todos nuestros proyectos».