Diez días después de que la Consejería de Sanidad constatara que las infecciones por coronavirus se habían disparado en la Ribera, parece que la situación empieza a contenerse: los centros de salud Aranda Norte y Sur confirmaron el martes menos de 10 positivos en SARS-CoV-2 (6 según la web de la Junta y 9 según la delegación territorial) y el Rural sumó otros tres casos, que es una cifra que nada tiene que ver con la de jornadas previas. En Burgos capital, con once contagios nuevos el martes, el aumento entra dentro de lo esperado y, por ahora, puede compensarse entre sus once centros de salud (los nuevos casos que unos ganan en los últimos 7 o 14 días otros los dan de baja en ese mismo período).
Los aumentos más significativos ahora se están produciendo en Merindades, donde en solo 24 horas el área sanitaria de Valle de Mena ha pasado de 5 a 10 casos; la de Villarcayo de 13 a 22; la de Medina de 8 a 11... La tendencia es ascendente y a esto hay que añadir el foco de Espinosa, con 14 casos asociados desde el martes, según datos oficiales.
Sin embargo, esta realidad tiene matices, porque la incidencia que esas infecciones acumuladas tienen sobre la población habitual de estas áreas sanitarias no es la misma que ahora, cuando está multiplicada. Solo en julio había en la provincia 6.368 pacientes desplazados del País Vasco y otros 2.747 de Madrid, entre otros sitios, de los que buena parte recalan en Merindades. Y esto es algo que no tienen en cuenta los mapas con los que la Junta explica en internet cual es la situación epidemiológica de cada zona y el riesgo de transmisión (bajo, moderado, alto o muy alto).
El área sanitaria de Villarcayo, por ejemplo, comprende tres municipios que, según datos oficiales de Sacyl de finales de 2019, suman 4.406 tarjetas sanitarias. Los 22 positivos en coronavirus acumulados en la última semana en toda la zona indican que hay 50 casos por cada 10.000 pacientes, lo cual supera con mucho el umbral del riesgo alto o muy alto de transmisión, que está establecido en más de 5 casos por 10.000 pacientes (o 50 por 100.000). El alcalde de Villarcayo, Adrián Serna, fue uno de los que ayer destacaron que el impacto no sería el mismo si se calculara sobre la población real de esos tres municipios ahora y no sobre las tarjetas sanitarias de los residentes permanentes.
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