El exsacerdote burgalés José Ramón Angulo (fue suspendido por el arzobispado de Burgos para ejercer el ministerio) desmiente categóricamente que practique exorcismos, tal y como ha denunciado otro sacerdote en la Diócesis de Granada, acusación de la que se hizo eco este periódico hace unos días. En ese mismo artículo, se hacía referencia a que los responsables de aquella diócesis están estudiando ir más allá con respecto a Angulo e iniciar los trámites para que sea excomulgado. 

No en vano, el propio arzobispo de Granada, Javier Martínez, hizo público un decreto el pasado mes de marzo (que puede leerse junto a estas líneas) en el que advertía y alertaba a los feligreses y sacerdotes de la diócesis sobre «ilícitas» actuaciones del excura burgalés, tales como actos litúrgicos y de culto en pueblos del área metropolitana de Granada a cambio de dinero. «Se trata de un exclérigo reducido al estado laical por la Santa Sede, al considerarlo la Iglesia 'como no idóneo para el ejercicio del sacerdocio'», recoge el citado decreto.

Angulo fue denunciado por estos actos y por pertenecer a un grupo o secta que se autodenomina Misión del Sagrario y cuyo principal radio de acción se encuentra en esa provincia andaluza, aunque también en Murcia y en Zaragoza. Como se recordará, el que fuera clérigo de la comarca de Arija dejó de serlo cuando, un día del año 2013, desapareció sin dejar rastro alguno de la parroquia en la que había ejercido su sagrado ministerio durante meses.Nadie dio respuesta alguna a tan súbita y repetina ausencia hasta este año en que trascendió que había sido suspendido de todos sus poderes como sacerdote.