La Policía Nacional ha detenido en Burgos a cuatro personas en una operación contra el tráfico de drogas en la ciudad. La actuación se ha saldado también con la incautación de casi 400 gramos de cocaína, 22 bellotas de hachís, varias armas cortas y cuchillería y cinco vehículos. Uno de los arrestados es un violento delincuente, muy conocido en la Comisaría Provincial por otro tipo de delitos, al que por fin se ha ha logrado meter en prisión tras dos años de investigaciones. 

La operación, denominada 'Matarile', comenzó tras la conclusión en 2017 de otra actuación policial anterior en la que se detuvo a una pareja de burgaleses a la que se les intervino un kilo de cocaína. Ya entonces, todas las pesquisas recabadas por la Unidad de Estupefacientes de la Comisaría Provincial apuntaban a uno de los ahora detenidos, un hombre de 44 años, como posible proveedor de la droga. 

Según ha explicado el jefe de la brigada anti droga, Raúl Gutiérrez, este sujeto se había hecho un nombre en la ciudad dentro del tráfico de estupefacientes gracias a la "calidad" del material que distribuia, así como las posibilidades de suministrar las cantidades que requerían.

- Foto: Luis López Araico

En este sentido, se negaba a dar 'pases' en dosis, sino que lo hacía en cantidades de decenas de gramo. "Tomaba muchas precauciones para que no le pudiésemos pillar", ha asegurado Gutiérrez, quien se ha mostrado muy satisfecho con el hecho de que, por fin, hayan podido meterle entre rejas. 

El principal traficante detenido contaba, además, con una gran cantidad de inmuebles en los que escondía la droga y los muchos vehículos con los que contaba, y que también han sido intervenidos, han complicado la operación. Finalmente, el pasado miércoles le detuvieron en una vivienda del barrio de las universidades.  Allí encontraron 4 armas cortas de fuego, numerosas cartuchería y varias sustancias. 

Todos ellos fueron puestos a disposición judicial, aunque solo en el caso del principal objetivo de la Policía han decretado su ingreso en prisión.