Era sorprendente, y así lo pensaban en la Policía Local, que de un centenar de agentes que se hicieron los test de anticuerpo diferenciado facilitados por la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, la mitad dieran positivo en al menos uno de los parámetros. Más aún cuando ninguno de ellos había presentado síntomas compatibles con la covid-19. Es por eso que todos los que podían estar contagiados en el momento de la prueba (en un momento eran 25 y finalmente 33), tuvieron que someterse al examen PCR para confirmar o descartar la enfermedad. Éste corrigió todos los anteriores salvo uno, lo que ha despertado en el seno del Ayuntamiento ciertas dudas sobre la fiabilidad de los primeros.

La desconfianza no es nueva, ya que nada más conocer que la mitad de los agentes que se hicieron la prueba serológica el martes estaban o habían estado contagiados de la covid-19, en el cuerpo municipal no entendían cómo era posible tal circunstancia y que nadie tuviera síntomas. Por un lado, estaba la experiencia de los test rápidos realizados el mes pasado, que ya habían dado resultados contradictorios. Además, teniendo en cuenta que los efectivos llevan dos meses en turnos y patrullas estanco, resultaba incomprensible que en una pareja de policías locales hubiera un positivo y un negativo, o que uno ya lo hubiera pasado y el otro no.

El Ayuntamiento tomó medidas y les aisló en sus domicilios a la espera de realizar un contraanálisis, en concreto la PCR, para corroborar los posibles infectados. Éstos reflejaron unos datos que se aproximan más a lo normal, pues solo uno de los 33 contagiados confirmó la enfermedad. La semana que viene se realizarán otras 12 pruebas de este tipo a los que dieron positivo en uno de los diferenciales del anticuerpo, concretamente el que muestra que podría estar en un estadio temprano del coronavirus.

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