Los escolares vuelven a Santa María la Mayor

B.G.R.
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Se ha cumplido el plazo dado por los responsables educativos a las 80 familias afectadas para poder terminar las obras de la cubierta de la escuela infantil

Las obras de remodelación de la cubierta se han culminado. - Foto: Alberto Rodrigo

Los problemas que ha vivido desde el inicio de curso la escuela infantil Santa María la Mayor, dependiente de la Junta, han llegado a su fin. Las obras de remodelación de la cubierta del centro han concluido, al igual que se han reparado las humedades de las clases a las que llegó el agua durante los días lluviosos de principios de noviembre. Así, este lunes han regresado al centro los 80 niños que habían sido trasladados temporalmente al colegio Rodríguez de Valcárcel debido a la situación en la que se encontraban las instalaciones educativas.

Los plazos de ese cambio provisional que anunció la Dirección Provincial de Educación se han mantenido y no se han prolongado más de un mes como temía la Asociación de Madres y Padres (Ampa). Fue la entidad la que puso en conocimiento de los responsables públicos su malestar por la situación que se estaba viviendo en la escuela debido a las obras, alcanzando un acuerdo con el citado departamento para realizar el traslado en lugar de mantener a los escolares de las cinco clases afectadas en un mismo espacio del centro.

Las familias recibieron el jueves la comunicación oficial de vuelta de los niños a Santa María la Mayor con «normalidad, quedando ubicados en sus respectivas aulas», después de que la jornada del viernes se dedicara a trasladar el mobiliario que se había llevado al Valcárcel. Fuentes de la Dirección Provincial de Educación «lamentan las molestias causadas» y agradecen a los padres su «colaboración» para poder solucionar el problema.

Las primeras quejas llegaron por parte del sindicato CSIF, que expuso su malestar por los ruidos que estaban ocasionando las obras y las filtraciones de agua que se estaban produciendo al encontrarse el tejado al descubierto. La situación se agravó con las lluvias del pasado puente de Todos los Santos, encontrándose las familias a su regreso con que los niños no podían entrar a la escuela porque las goteras había dejado inutilizadas 5 clases.

Fue entonces cuando el Ampa se movilizó al no estar de acuerdo con la solución que se había dado,  una redistribución de espacios que hacía que los 80 menores se ubicaran en un salón de 200 metros con zonas separadas. Muchos padres dejaron de llevar a sus hijos al centro hasta que se llegó a un acuerdo con el departamento provincial para el traslado al Valcárcel.