Quintanilla del Agua y Cilleruelo de Abajo, sin farmacias

I.P.
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Echan el cierre a primeros de junio. Sus titulares se trasladan a Cantabria tras obtener plaza en el concurso convocado en 2015 en esa comunidad.Ambos ayuntamientos se movilizan ya para solicitar botiquín y no perder el servicio

Quintanilla del Agua y Cilleruelo de Abajo, sin farmacias

La despoblación rural sigue cobrándose víctimas y como las fichas de dominó, unos servicios van arrastrando a otros en caída libre. A primeros de junio cerrarán las farmacias de las localidades de Quintanilla del Agua-Tordueles y Cilleruelo de Abajo, incluidas en la zona de Lerma, donde también está en riesgo de supervivencia de la de Villafruela. Con el cierre ya confirmados de esos dos establecimientos se pone en riesgo este servicio en la zona de influencia de Lerma, donde se ubican además las farmacias de la propia villa ducal, Villalmanzo, Villamayor de los Montes, Tordómar y Covarrubias.

Aunque cada uno por diferentes motivos, lo cierto es que la lenta agonía de los pueblos por la escasa población, no ya solo de jóvenes sino de personas mayores que acaban en las residencias de ancianos, es un factor determinante para que los titulares de farmacias del medio rural se plateen el cierre y opten por otras alternativas. En el caso de Quintanilla del Agua y Cilleruelo de Abajo, ambos profesionales echan el cierre y se trasladan a localidades de Cantabria. Ambos, Rosario Marijuán, en el caso de Quintanilla, y Luis Evelio Román, de Cilleruelo, se presentaron al concurso convocado el año 2015 en la comunidad vecina con 33 plazas, consiguiendo plaza, al igual que sucede con la titular de Villafruela.

Rosario Marijuán explica que Quintanilla es una buena plaza porque el pueblo todavía mantiene población y que detrás del cambio no está tanto un problema de rentabilidad, sino de aprovechar otras oportunidades, aunque reconoce que la localidad a la que se traslada, cerca a Torrelavega, es mejor, porque cuenta con una población de casi 4.000 habitantes.

Por el contrario, en el caso de Cilleruelo de Abajo, Luis Evelio Román sí se enfrenta a un problema de disminución de la población. La suya es una farmacia de las llamadas VEC (Viabilidad Económica Comprometida), lo que implica que cuentan con una pequeña ayuda, precisamente por las dificultades de sacar una rentabilidad en la misma. Además, el farmacéutico añade que las expectativas son muy pesimistas en un periodo de tres o cuatros años. Su destino ahora es Noja, destino que afronta con optimismo, aun reconociendo que no era lo que deseaba, añade este profesional natural de Torresandino, que se queja de que a las farmacias rurales nadie las hace caso, ni la Administración regional ni el Colegio de Farmacéuticos, lo que acaba por minar su ánimo, a lo que se suma la falta de gente en los pueblos.

Ante esta situación, los ayuntamientos de Quintanilla del Agua-Tordueles y Cilleruelo de Abajo, ya han comenzado a movilizarse para solicitar la instalación de los llamados botiquines, una petición que les corresponde a ellos. En el caso de Quintanilla, el proceso para implantar el botiquín parece que será rápido, sobre todo si finalmente, el Consistorio decide que se instale en el mismo inmueble de la farmacia que se cerrará, y que es de titularidad municipal. En cuanto a Cilleruelo, su alcaldesa, Sonia Aragón es menos optimista y cree que puede llegar diciembre y no tener el botiquín porque la idea es que se ubique también en la farmacia. El problema es que el inmueble no es del Ayuntamiento, por lo habría que adquirirle y llevar a pleno esa compra, retrasando el proceso.