Una Navidad a años luz del despilfarro de Vigo

S.F.L.
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Los vecinos de Vileña han fabricado adornos navideños con materiales reciclados para decoran las calles; algunos se han vendido y el dinero recaudado se ha destinado a la construcción de una rampa en la iglesia

El número de visitantes atraídos por la curiosa decoración ha crecido en los últimos días. - Foto: S.F.L.

Para bien o para mal, Vigo lleva años protagonizando la campaña navideña por el gasto en la iluminación y decoración. La de este año se lleva la palma y ha superado el millón de euros. Los vecinos de Vileña consideran «innecesario tanto bombo» y se aferran al famoso dicho de «menos es más».    

Pasear por las calles del pueblo burebano ofrece durante estos días un paisaje poco habitual en comparación con otros municipios en estas fechas. Por tercer año consecutivo, la Navidad ecológica se ha hecho con la pequeña localidad -de tan solo 15 habitantes- y no existe rincón que no se encuentre contagiado con un espíritu concienciado con el medio ambiente. Todos los adornos que uno puede encontrarse por el camino los han realizado los vecinos manualmente con materiales reciclados.

El proyecto para elaborar los objetos decorativos arrancó en octubre con la idea de llevar a cabo un trabajo colectivo en el que «participamos todo el pueblo, unos aportando los ‘ingredientes’ y otros desarrollando la creatividad y la técnica necesaria para transformar objetos, aparentemente inservibles, en originales adornos navideños», declara la alcaldesa, Sole Herrera. 

Durante dos meses, los vecinos de Vileña han llevado al taller, que en un principio se celebraba dos días a la semana para terminar en cuatro y hasta cinco, distintos materiales como botellas de plástico, cableado, tapones, maderas, vasos de cuajadas, tapas de café o ruedas de tractor y coche, que, como por arte de magia y para sorpresa de todos, se han ido transformando en distintos motivos decorativos de diversos colores y tamaños.

El fin de esta iniciativa, a parte de resultar un buen motivo para reunirse, pasar ratos agradables y sensibilizar a los vecinos sobre la importancia del ahorro energético, de la disminución de la contaminación lumínica y de la necesidad de reciclar, se atribuye a la «eliminación de las barreras arquitectónicas de la entrada de la iglesia de San Salvador», afirma Óscar, el vecino más joven.

Para conseguir fondos y donarlos para dicha causa, el pasado viernes, coincidiendo con la celebración del día de la Constitución, se montó un mercado navideño con los adornos que habían fabricado. Todos los beneficios que sacaron fueron directos a parar a la parroquia y los vileñeses se sienten orgullosos del resultado de su trabajo.

Vileña resulta ser uno de los pueblos con tan pocos habitantes que organiza la cabalgata de los Reyes Magos. Tienen su carroza y las tres altezas reales no faltan a la cita. El evento se ha hecho famoso en La Bureba y paisanos de otras localidades acuden a disfrutar del momento. El boca a boca ha beneficiado en esta ocasión y notan que la presencia de foráneos atraídos por la eco-decoración progresa adecuadamente.