Jesús Quijano

UN MINUTO MIO

Jesús Quijano

Catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Valladolid


Reforma laboral

01/11/2021

Está en momento álgido este asunto, que viene siendo objeto de evidente polémica prácticamente ya desde el comienzo de la legislatura del Gobierno de coalición. Fue incluido como un punto específico en el acuerdo firmado al efecto, cuando las expectativas socioeconómicas eran suficientemente favorables y, tal vez con algo de optimismo o de imprevisión, se pensó que el objetivo de derogar la reforma laboral que se produjo en tiempo de gobierno del PP, cuando la crisis económica de aquel tiempo apretaba mucho y el desempleo estaba en niveles muy elevados, era un objetivo razonablemente sencillo. Pero la pandemia y sus efectos económicos han modificado el escenario y hoy las cosas no están tan claras.
Es cierto que aquella reforma laboral alteró el equilibrio de las relaciones entre empresarios y trabajadores, con un conjunto de medidas en materia de contratación temporal, tiempo de trabajo, extinción de contratos, vigencia y aplicación de convenios colectivos, etc., que, en condiciones normales, debieran ser objeto de la negociación entre las partes y del diálogo social, sin perjuicio de la intervención normativa de los poderes públicos. Pensando en facilitar la contratación, se alteró ese equilibrio y tenía sentido que se planteara la revisión de esa reforma, aunque también parecía excesiva la pretensión de una derogación total y absoluta. Al fin y al cabo, el empleo lo crean las empresas y el marco en el que actúan debe ser cuidadosamente tratado.
Y así está el asunto, sometido aún a ese debate entre la supresión total y la reconsideración selectiva, convertido en problema central para la estabilidad política. Yo creo que no es bueno que el debate se haya hecho coincidir con el proceso de aprobación del presupuesto, ni que se haya presentado como cuestión de diferenciación entre los grupos de la coalición, con la que se busca obtener rédito político en un momento en que se empiezan a medir fuerzas para lo que queda de legislatura. Es un tema demasiado serio como para aplicarle el trazo grueso y sería bueno elevar el punto de mira para analizar todas las implicaciones que tiene, que son muchas, antes de someterle a los vaivenes de la simplificación o del ventajismo electoral.