El Consistorio coloca cintas en Villímar para evitar el paso

C.M.
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El objetivo es evitar el tránsito por la urbanización inacabada del V-2 debido a la existencia de más de medio centenar de pozos y arquetas sin cubrir, lo que supone un peligro

La Policía Local advierte de que está prohibido el paso al tratarse de una propiedad privada. - Foto: Christian Castrillo

El Ayuntamiento ha actuado rápido tras las quejas vecinales y este fin de semana ha colocado cintas y vallas en la urbanización inacabada del V-2, en Villímar, ante el peligro que entrañaban para los paseantes y ciclistas el más de medio centenar de pozos y arquetas sin tapar (ver DB del 23 de mayo).

El concejal de Licencias, Daniel Garabito, reconoce que había preocupación por el estado de zona y que se tomó la determinación de actuar para evitar cualquier peligro. La Policía Local ha colocado las cintas en los accesos más próximos a Villímar y los operarios de Almacenes Municipales vallas para evitar que se pase desde un puente por el que se une con el barrio de San Cristóbal aunque es imposible abarcar todo el perímetro de la urbanización. «Solo está vallado parcialmente y, aunque no es responsabilidad del Ayuntamiento, se ha optado por poner estas medidas coercitivas de prohibido el paso».

La responsable es la Junta de Compensación constituida en su día de este sector de 369.445 metros cuadrados . «Hace años se les remitió un informe de la Policía Local solicitándoles que tomaran medidas de precaución y que se estaba vigilantes», aseguró.

- Foto: Patricia

Antes de actuar de manera subsidiaria, un procedimiento que lleva una serie de trámites administrativos y que suele ser largo, el Ayuntamiento ha optado por este tipo de medidas. «Pedimos a la Policía Local que pusiera las cintas de prohibido el paso para que quedara claro que no se podía acceder  y prevenir accidentes».

Garabito reconoce que se ha detectado una mayor presencia de personas esta zona, lo que aumenta el riesgo por la gran cantidad de pozos, algunos profundos, que hay. Insiste en que se trata de una zona privada. «La gente no es consciente, es una propiedad privada y nadie debe entrar», sentenció.