Cerealto vende la planta de Briviesca a Morato

S.F.L.
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Se desprende también de la fábrica de Medina del Campo, que pasa a manos de Bakery Iberian Investments (Bimbo). Las condiciones laborales se mantienen

El comité de empresa firmó en 2019 un convenio de tres años que obligaba a Siro a conservar los 370 puestos de trabajo. - Foto: S.F.L.

Han pasado dos años desde que Cerealto Siro Foods anunciara la intención de vender sus cinco fábricas de bollería y pan, una operación que ha finalizado con la enajenación de la planta de Briviesca al grupo Morato y la de Medina del Campo a Bakery Iberian Investments, filial de Bimbo. Ambos procedimientos se han realizado cumpliendo con el compromiso de encontrar compradores especialistas para «quienes estas categorías estén en el ‘core’ de su estrategia y con la capacidad de hacer crecer estos negocios y a las personas que trabajan en ellos», declaran.

Asimismo, los acuerdos alcanzados implican el mantenimiento de las condiciones laborales de los empleados de las dos plantas. El comité de Cerealto Siro Foods firmó en octubre de 2019 un convenio de tres años de duración que obligaba a la empresa a mantener sus 370 puestos de trabajo. Los representantes sindicales de USO, CGT y UGT, que llevaron toda la negociación de forma unificada, también consiguieron que las condiciones económicas mejorasen. CCOO, que también formó parte del comité de empresa, no participó en la rúbrica.

Con el nuevo acuerdo, el salario se incrementó un 2% anual, se conservaron los trienios por antigüedad, los horneros obtuvieron de manera automática la categoría de oficial de primera y la jornada laboral se estableció de 1.760 horas. Igualmente se logró mejorar en el plus de los sábados, domingos y festivos. Además, cada hora que se adelanta la entrada en el turno para realizar las tareas necesarias previas al inicio de la fabricación, actualmente el lunes o día posterior a un festivo a las 6 de la mañana, será retribuye con otra extra.

Los mismos sindicatos también firmaron hace año y medio un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) trienal en el que se acordó que en el transcurso de los tres años, la empresa no podía realizar ningún Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción ni despidos, únicamente disciplinarios. «En caso de que se lleven a cabo será por acuerdo y las indemnizaciones corresponderán a 45 días con un máximo de 42 mensualidades. Estamos contentos con lo que hemos conseguido  y garantizamos una seguridad al personal, y eso es lo más importante», manifestaron por aquel entonces desde los sindicatos.

Hasta el día de ayer se desconocía el futuro de la planta briviescana.  Las fuentes sindicales con las que DB ha contactado a lo largo de este periodo de negociaciones afirmaban que sabían de la existencia de «posibles compradores » y que incluso alguno de ellos había visitado la planta. En su día, Mercadona, principal cliente de estas empresas, asumió el compromiso de dar continuidad a los negocios de pan y bollería en la capital burebana.

La venta de esta factoría corresponde a la tercera desde que Repostería Martínez fuera enajenada al grupo Bimbo en 1999, para posteriormente adquirirla el Grupo Siro en 2009 y en mayo de 2017 por Cerealto, que también compró la planta de Antequera. Se trata de una de las  principales dentro del polígono industrial La Vega.

Un futuro prometedor. Las operaciones de venta de los negocios de bollería y pan, así como la venta de la fábrica de Jaén, permitirán a Cerealto Siro Foods invertir más de 128 millones de euros hasta el año 2025 en nuevas tecnologías para seguir avanzando hacia plantas más especializadas, eficientes y con mayor capacidad de innovación. El grupo es un referente en la integración de personas en riesgo de exclusión social, que representan el 11% de la plantilla.