El alcalde de Huerta de Arriba, Gabriel García Herbosa, asegura que está pagando de su bolsillos algunas tasas necesarias para el funcionamiento de servicios municipales «porque el secretario se niega a firmar las órdenes de pago que requieren las dos firmas» y pone como ejemplo el desembolso de una tasa de 120 euros al Consorcio Provincial de Tratamiento de Residuos y de otra por el mismo importe a la Diputación para la tramitación de un expediente de derribo.

«Así me apaño para que el ayuntamiento funcione, lo pago de mi bolsillo y ya lo recuperaré algún día», manifiesta con resignación el regidor, quien recuerda que el bloqueo del secretario, que comparte con el Valle de Valdelaguna, está propiciando que Hacienda retenga al municipio unos 30.000 euros de los ingresos del Estado, «porque no ha presentado las cuentas municipales desde 2016», matiza.

«Ha entrado en una dinámica de bloquear y torpedear todo, aprovechando la maraña de normativas que existe y porque el sistema propicia que no pase nada», afirma el alcalde, que recuerda que incluso ha tenido que contratar a una empresa para que ponga al día las cuentas municipales, «pero nos vamos a encontrar con el problema de que no podremos presentarlas porque el único autorizado para hacerlo es el secretario, que es el que no ha hecho su trabajo».

La situación de enfrentamiento ha llegado hasta el punto de que el alcalde tampoco abona el sueldo al secretario, al considerar que no está cumpliendo el horario y que no realiza el trabajo que tiene encomendado. «Viene los martes y los jueves solo a firmar certificados de empadronamiento, lo demás lo resuelvo con el auxiliar administrativo», apunta García Herbosa, a la vez que señala que en una sentencia reciente se condena al Valle de Valdelaguna a pagar la totalidad del sueldo al secretario, estando fijado en los estatutos de la agrupación que Huerta de Arriba luego se hace cargo del 44 por ciento del salario.

«No sé si lo está pagado o no porque el alcalde de Valdelaguna no contesta a los escritos ni convoca la junta de la agrupación, de la que también es secretario el municipal, como venimos pidiendo», indica García Herbosa, que ante esa negativa decidió solicitar a la Junta la disolución de esa agrupación. 

La respuesta de la administración regional, negativa, no ha tardado en llegar y ha supuesto un nuevo revés para el alcalde. «Acudiremos al contencioso administrativo contra la Junta porque es la única vía que nos dejan y porque a nadie se le puede obligar a estar donde no quiere», asegura el alcalde lamenta esta resolución, «porque la Junta conoce la trayectoria de lo que está pasando aquí porque está implicada en el inicio del expediente sancionador al secretario y toda la historia, pero no se quiere complicar la existencia».