Ni un euro para los autónomos

L.M.
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Ni el Ayuntamiento de Burgos ni la Junta han ingresado las ayudas a este colectivo desde el inicio de la pandemia, según denuncian desde AUPA

Ni un euro para los autónomos - Foto: Christian Castrillo

Nueve meses y cuatro días han transcurrido ya desde que elGobierno decretó el estado de alarma ante el avance imparable de los contagios por la covid-19. En ese momento miles de negocios se vieron obligados a cerrar sus locales o fábricas por el confinamiento domiciliario, lo que provocó graves pérdidas económicas.Las administraciones públicas no tardaron en anunciar ayudas para sufragar gastos como el alquiler de los establecimientos durante el periodo de encierro, el agua, la luz o el gas.Sin embargo, y según denuncian desde Autónomos Unidos Para Actuar (AUPA), asociación que reúne a dos centenares de profesionales en la provincia, ni Ayuntamiento de Burgos ni Junta de Castilla y León ha ingresado«ni un euro» en las cuentas de los trabajadores.

La coordinadora de AUPABurgos, María Águeda García, denuncia que elConsistorio ha aprobado distintas líneas de apoyo, precisado la cuantía que recibirá cada persona que cumpla los requisitos «pero nadie a día de hoy ha recibido esas ayudas». Entre alguna de las subvenciones que se pusieron en marcha destaca la destinada a sufragar los gastos de alquiler del comercio, hostelería, turismo con motivo del confinamiento.De las cerca de 1.200 peticiones que recibió el Ayuntamiento finalmente solo 685 fueron admitidas y tienen el visto bueno para recibir el montante económico, pero nada más se sabe. «Solo nos han dado 600 euros a nivel estatal por el cese de actividad», lamenta García, que reconoce que la falta de ayudas está llevando a extremos nunca antes visto a numerosos autónomos y pequeñas compañías.

También critican con dureza las subvenciones que anunció a bombo y platillo la Junta de Castilla y León y que aún son un espejismo.«Tienen mucha letra pequeña», lamenta la coordinadora de AUPA. Especialmente flagrante, explica García, es que los establecimientos de hostelería y restauración -cerrados desde el pasado día 6- y que hayan optado por seguir abriendo para servir a domicilio«están excluidos de las mismas».

Efecto dominó. La clausura de bares y restaurantes, indica María Águeda García, no está afectando solo a los propietarios de estos negocios, sino que se está expandiendo a distintos sectores que dependen estrechamente de ellos.Pone como ejemplo la parada «por completo» de los distribuidores de bebidas o de los ganaderos que nutren de carnes o leche a los restaurantes.«En la primera ola nos lanzamos todos a por los ERTE, en esta prevemos una cascada de despidos enorme.Es un desastre y estamos solos», denuncia la coordinadora de Autónomos Unidos para Actuar.