Todo inicio tiene un final. Con esa perspectiva se desplaza la Arandina hoy sábado al Ruta de la Plata zamorano (17.30h.). El conjunto ribereño se mide allí al líder de la categoría en un duelo cargado de reencuentros emotivos por un lado -la plantilla arandina volverá a verse las caras con Piña, Escudero y Rubiato, ex-jugadores blanquiazules-, pero en un partido trascendental también para las aspiraciones ribereñas en el que, como bien ha reconocido su propio entrenador, Alex Izquierdo, «cuando empiece, no habrá amistades».

Y es que, el choque que ambos conjuntos tendrán esta tarde a orillas del bajo Duero, no se plantea como un encuentro que vaya a dejar a nadie indiferente. Ambas plantillas llegan al cara a cara en buen momento de forma -aunque como ha reconocido el entrenador de la Arandina «el Zamora lo lleva teniendo de manera continua prácticamente»-, y eso puede presagiar que, la inmaculada racha rojiblanca en casa, con pleno de victorias hasta la fecha, pueda llegar a su fin.

El respeto en ese sentido es máximo por parte local. Ya lo demostró Piña durante la semana al valorar el crecimiento de los arandinos en las últimas semanas una vez que Izquierdo se hiciera con las riendas del banquillo y lo ha transmitido también el propio David Movilla al analizar a su próximo rival.

Debido a ello, y aunque pueda existir alguna que otra rotación de cara al compromiso liguero de esta tarde -el Zamora afronta un partido importantísimo la próxima semana contra el Sporting en Copa del Rey-, el equipo que presente el técnico vasco sobre el césped del Ruta de la Plata será, sin lugar a dudas, temible en prestaciones.

Para tratar de contrarrestarlo, Alex Izquierdo podrá contar con, prácticamente, toda la plantilla para la ocasión. Todos, con la salvedad del lateral vallisoletano Borja Plaza. Aquejado aún con molestias en su «principio de pubalgia» y que, aunque se ha entrenado con el resto de compañeros, lo ha hecho aún a un ritmo menor que éstos.