Las residencias de mayores y los centros de personas con discapacidad no registraron ayer ninguna muerte por coronavirus, algo que no se producía desde el pasado 21 de abril. Durante estos veinte días se ha contabilizado un goteo constante de fallecimientos hasta sumar los 268, 164 con la enfermedad confirmada y 104 con síntomas compatibles, que atestiguan la vulnerabilidad de esta población frente a la covid-19.

Aunque solo es un dato puntual, y, como insiste la consejera de Sanidad, Verónica Casado, cualquier paso hay que darlo con cautela y prudencia, sí permite hablar de respiro en estos espacios, que han estado en el ojo del huracán durante toda la pandemia y en los últimos veinte días no han dejado de sumar perecimientos, según la estadística proporcionada a diario por la Junta: uno, ayer; cuatro, el viernes; uno, el jueves; uno, el miércoles; cuatro, el martes; seis, el lunes pasado; uno, el domingo 3 de mayo; cinco, el sábado 2; cinco, el viernes 1; dos, el jueves 30 de abril; dos, el miércoles 29; dos, el martes 28; seis, el lunes 27; dos, el domingo 26; cuatro, el sábado 25; siete, el viernes 24; tres, el jueves 23; seis, el miércoles 22; cero, el martes 21.

La luz en medio de tanta oscuridad también la aportan los 349 usuarios que a fecha de ayer habían superado la infección. En total, de los 6.446 internos en Burgos, 808 han dado positivo por este virus.

La Junta asienta su información diaria sobre los datos aportados por 1.214 residencias de ancianos y de personas con discapacidad de toda la provincia. Las cifras publicadas ayer hablaban de 128 con más de cinco casos; 61, con uno solo; y 265, con fallecidos.

En total, el bicho ha entrado en 454, por lo que, he ahí otra nota esperanzadora, 760 le mantienen a raya.

El miedo ha irrumpido en estos hogares de mayores y de personas con discapacidad y una de las herramientas para luchar contra él es el aislamiento. En esta situación permanecían ayer 51 usuarios con síntomas compatibles con el coronavirus, mientras que ascendían a 507, los que se encuentran en esta tesitura de manera preventiva, sin ningún indicio de padecer la enfermedad. Este número bajó de golpe el pasado jueves, de los 767 a los 500 por lo que se presume que están incluidos espacios enteros.

La covid-19 ha propinado una bofetada tanto a los centros privados como a los públicos. De los de titularidad regional, la Junta especifica los datos cada jornada. En lo que va de pandemia, la residencia de mayores Burgos I es la más castigada, con 10 muertes (cuatro confirmadas, 6 con síntomas compatibles), seguida, con nueve fallecimientos, por la Don Francisco Hurtado de Mendoza y Doña María Mardones de Miranda, donde fueron trasladados algunos de los internos de la Reyna Amalia de Briviesca, intervenida por la Junta, al igual que la Valle del Cuco de Adrada de Haza.