Juana, que no estaba loca, sino triste y sola

M. Urizarna / Arcos
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La iglesia de Arcos de la Llana se llena sábado y domingo, 750 plazas cada día, para empatizar con la hija de los Reyes Católicos

Juana, que no estaba loca, sino triste y sola - Foto: Christian Castrillo

Burgos es una de esas provincias con una historia extensa y sustancial, con lugares y pueblos que han vivido acontecimientos históricos que no merecen quedar relegados al olvido. Entre ellos, la estancia en Arcos de la Llana de Juana I, hija  de los Reyes Católicos, a quien tres fallecimientos en el seno familiar la situaron como reina de Castilla y a la que injustamente se apodó La Loca para apartarla de su cargo y de sus hijos.

La localidad retomó este fin de semana la XIV  representación de la obra Juana:Ciega Razón, a cargo del grupo local Artella Teatro. Así, se narró la historia de una afligida reina que buscó cobijo en este pueblo tras la muerte de su esposo, Felipe el Hermoso, cuya última voluntad, ser enterrado en Granada, intentó cumplir. Pero durante los dos años que residió aquí, entre 1507 y 1509, la reina de Castilla recordó con gran nostalgia su años de niñez y juventud, hasta que obligada por su padre, Fernando, fue encerrada en Tordesillas hasta el final de sus días.

La representación se inició con un cortejo que transportó el féretro de Felipe desde el río hasta la Iglesia de San Miguel, acompañado de monaguillos que portaban antorchas de luces led. No alumbraron tanto como el fuego, pero crearon una atmósfera acorde a la tristeza de la reina, mientras el cielo relampagueaba, queriendo avisar a Juana, del fatal destino que la esperaba.

Tanto dentro, como fuera de la iglesia, donde se instaló una pantalla  para retransmitir en directo la obra, el aforo estuvo completo, y por primera vez se ubicó al público con entrada individualizada. Más de 750 personas acudieron a cada pase, el sábado y ayer, para ver a las cuatro Juanas: la niña, la joven, 'la loca', y la anciana delirante, encarnadas por cuatro actrices. Julia, como infanta, y Paula, como la recién casada Juana, debutaron esta edición con Artella Teatro, con mucho éxito. Fernando, de la organización, destacó el gran nivel de las dos niñas, así como el de Alejandro, que encarnó también por primera vez al descuidado esposo de Juana.

«Juana siempre ha sido un personaje que me ha llamado mucho la atención, esto de que la llamasen loca por las buenas y que los hombres decidieran tratarla como tal, me animó a presentarme al papel», explicó Paula, y es que tanto ella como Julia, querían encarnar a Juana, por las terribles circunstancias que la condujeron a un destino de encierro y soledad.

(El reportaje completo y las fotografías, en la edición impresa o aquí)