El fin de semana ha dejado un reguero de intervenciones policiales y dos asistencias sanitarias por dos agresiones en Miranda. La primera en la que actuó el 112 se desarrolló la noche del sábado, a las 23.37 horas, cuando emergencias trasladó a un joven al hospital Santiago Apóstol. La segunda asistencia del servicio ocurrió la madrugada del domingo, a las 2.00 horas, aunque en este caso no fue derivado al centro sanitario. En ambas intervenciones la asistencia contó con la presencia de la Policía Nacional.

Por otra parte, los agentes del cuerpo local también tuvieron que mediar en alguna pelea sin mayores consecuencias, aunque dentro del parte destacan las llamadas por ruidos, tanto en locales como en domicilios, y el control realizado en las cercanías y en el paraje de La Picota para frenar la práctica del botellón.

La primera de las intervenciones de este tipo la realizaron la tarde del sábado a las 16.20 horas, cuando los agentes observaron a tres menores que portaban bebidas en la calle San Francisco, que es una de las zonas por las que se accede al Castillo. Cuando fueron interceptados recogieron las botellas de refresco y la patrulla se quedó las bebidas alcohólicas, que fueron depositadas en las dependencias policiales por si alguno de los padres quería ir a recogerlas.

En el propio cerro también hubo varias actuaciones. Los controles los efectuaron a las 19.25 y a las 20.00 horas y en ambos casos encontraron suciedad y botellas tiradas. En uno de las ocasiones, uno de los jóvenes fue identificado y propuesto para sanción por ensuciar la vía pública.