Creatividad al servicio del libro

I.L.H.
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Alcalá de Henares dedica al burgalés Asís G. Ayerbe una exposición en la que concentra sus diseños en forma de publicaciones, maquetas, desplegables, catálogos y artefactos. Y muestra también un centenar de retratos a escritores

Maquetas. Para la exposición de Delibes, uno de sus últimos trabajos.

Un visor estereoscópico que hace atractivo un informe anual, mecanos hechos con cartón, barajas literarias, libros editados con el material sobrante de una impresión, catálogos que son obras de arte, chapas artísticas y cadáveres exquisitos... La creatividad de Asís G. Ayerbe no tiene límites y su capacidad para materializar esas ideas tampoco. Como buen mago  -que también lo es- saca de la chistera formas infinitas de mostrar su pasión por los libros y de transmitir su entusiasmo. «Los libros me fascinan», confiesa en su página web www.lacarreteradelacosta.com y cualquiera que conozca su trabajo puede dar fe de ello. Al principio desde su propia editorial, Los Duelistas, y luego a través de encargos, el diseñador burgalés acumula un buen número de creaciones espectaculares, innovadoras, ingeniosas, divertidas y originales vinculadas a los libros y a la literatura. 

Ese trabajo ha llamado tanto la atención al ayuntamiento de Alcalá de Henares que le dedica una exposición que se puede ver hasta mayo en el antiguo hospital de Santa María la Rica de la localidad. Fue Pablo Nogales, coordinador del área de Cultura, quien le propuso reunir su obra después de acceder a su web al conocer el videoclip de Eduardo Vasco (del tema Volar, de Demora)en el que aparece en imágenes el desplegable de la calle Vitoria que realizó con textos de Óscar Esquivias. (En su trayectoria profesional, por cierto, todo se encadena como en una calle infinita, enlazando ideas, proyectos, personas y amistades. Una cosa le lleva a la otra, incluyendo las que no cuajan).

Nogales -decíamos- descubrió en su web catálogos, maquetas, desplegables y «artefactos», como llama el propio diseñador a aquellas obras de difícil clasificación. Y comprobó, además, que Ayerbe es un excelente fotógrafo que ha retratado a decenas de escritores. Así que le propuso reunir ambas facetas, que se nutren y alimentan, en un mismo espacio bajo dos epígrafes del mismo título: Pasión editorial: Los libros y Los Escritores.

Puede considerarse una retrospectiva porque ahí están los trabajos que realizó mientras estudiaba Obras Públicas en la Politécnica hace dos décadas: Entelequia, Aula 51 o Bazar de tinta, publicaciones literarias cuyos números tuvieron distintos formatos, como el de un paquete con 45 postales (¿se acuerdan?, colaboraban escritores, ilustradores y fotógrafos de todo el país). Y entre los trabajos más recientes se muestran las bicicletas y refugios de Delibes hechas maqueta que creó hace menos de un año para la exposición del Instituto de la Lengua y Diario de Burgos.

‘Calle Vitoria’. El libro que hizo con Esquivias con la imagen de ambos lados de la vía ocupa el centro de la sala. ‘Calle Vitoria’. El libro que hizo con Esquivias con la imagen de ambos lados de la vía ocupa el centro de la sala. Se exponen colaboraciones con Esquivias como el mini libro En el secreto Alcázar (en otro formato y con grandes desplegables creó Teatro Alcázar, que  fue distinguido en los Premios Visual), Secretos XXS (Premio Anuario) o El canal de Castilla (finalista Photoespaña); los delicados diseños de libros de autores burgaleses como Jorge Villalmanzo, Bernardo Cuesta Beltrán, José Gutiérrez Román, Pedro Olaya, Jesús Luque Cortina, Félix Alonso, Alberto Luque Cortina o Jorge Sáez Mingo; El rodaje del destierro sobre el Camino del Cid; los catálogos de María José Castaño o Luis Sáez, o el número de la revista Artesa en homenaje a Tino Barriuso.

«Burgos ha sido como un campo de experimentación para el diseño y me ha dado la oportunidad de crear muchas cosas. Por eso he colocado Calle Vitoria en el centro de la sala, un trabajo del que estoy orgulloso y del que pensé que iba a tener que hacer reediciones. Pero no ha sido así», se lamenta sin perder la sonrisa, porque aquella imagen de ambos lados de la vía que estirada ocupa 8 metros le ha llevado a esta exposición, curiosamente a través de la música  del que fuera director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (su vida, al final, siempre está ligado al escenario).

 «Tengo cariño a todas las cosas que hay ahí», añade mientras repasa cómo un proyecto le ha encaminado a otro como si fueran los capítulos de un libro que, en su caso, sería de misterio, irónico y con juegos de palabras. O cómo la falta de recursos le hizo ingeniarse la forma de aprovechar lo que se retiraba de la impresión creando un formato mini libro (en esas obras se aprovecha todo, hasta el canto).

fotógrafo impenitente. Si alguna vez han coincidido con Asís G. Ayerbe lo habrán visto con su cámara. Siempre, desde que iba al instituto, lleva una. La fotografía ha sido su otra gran pasión, que a veces ha conseguido canalizar en sus creaciones editoriales. Ahora lo hace sobre todo a través de Librújula, la revista literaria de la que es fundador y para la que retrata a reconocidos escritores. 

En la exposición ha reunido un centenar de esas imágenes en las que aparece definida la personalidad del autor o la de su obra de una manera curiosa o sorprendente, mérito que ha de reconocérsele porque las fotos las realiza muchas veces de manera improvisada. Junto a estas imágenes, la exposición de Alcalá de Henares incluye una treinta de sus diseños. La muestra está abierta hasta el 3 de mayo.