Un colegio como una Catedral

B.G.R.
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El centro Juan de Vallejo lleva la historia de la Seo a sus instalaciones incluyéndola en los contenidos curriculares y decorando sus espacios comunes y clases con los elementos más importantes. Se trata de su proyecto anual e interdisciplinar

Los más pequeños pintan un rosetón. - Foto: Luis López Araico

Una caja de cartón de grandes dimensiones atrae la atención de los alumnos de Infantil, que de forma diligente siguen las explicaciones de su profesora. «Tenemos una máquina del tiempo con la que vamos a viajar a 1221, que es cuando se puso la primera piedra de la Catedral», les explica. Sin apenas dilación, los pequeños se introducen en el artilugio a la espera de más indicaciones. Cuando se asoman al exterior, un caballero de aquella época les entrega un puzzle con el plano del colegio, que tienen que montar para descubrir las pistas que sobre la Seo están dispersas por el centro.

Este es uno de los muchos ejemplos del trabajo que está haciendo el Juan de Vallejo con motivo del VIII Centenario de la Catedral. No se trata una actividad puntual, sino de un «proyecto de centro anual e interdisciplinar que se aplica a todas las áreas de conocimiento y en todas las edades», explica su directora, Beatriz Torres, que junto a la jefa de estudios, Beatriz Fuster, nos guían en este recorrido histórico que comienza en el mismo vestíbulo, cuyas paredes se han transformado en piedras a base de papel, diseñado vidrieras, no falta el Papamoscas y un gran rosetón preside la subida de las escaleras a la primera planta.

No falta detalle en la decoración del colegio, ya sea en espacios comunes o en aulas. «El objetivo es que estén representados los elementos más importantes de la Catedral; la escalera dorada, la primera piedra, la puerta del Sarmental, las agujas o el cimborrio», asegura Torres, sin olvidarse antes de remarcar que la reconstrucción de este último fue obra del arquitecto y escultor que da nombre al centro. Pero hay más guiños de los ya citados, tales como la presencia de personajes vinculados al templo, como el obispo Mauricio, el Cid, los Condestables y un homenaje a oficios determinantes como el de cantero. 

Los mayores decoran las agujas y elaboran una maqueta del templo.Los mayores decoran las agujas y elaboran una maqueta del templo. - Foto: Luis López Araico

Reparto de tareas. De la ornamentación de las instalaciones  se han encargado y continúan haciéndolo los propios alumnos. Organizados por grupos de edad, los profesores han repartido el trabajo de confección de cada elemento, incluyendo también una investigación del mismo, mientras que los más mayores, quinto y sexto de Primaria, trabajan sin parar en la elaboración de una maqueta con la ayuda Erika González, madre de uno de los escolares y técnico en proyectos de edificación que ha elaborado las plantillas de las piezas a su debida escala para que luego puedan ser reproducidas en cartón. 

Más allá de la decoración, la iniciativa se ha adaptado a los currículos de cada etapa y asignatura. De esta forma, la Catedral está presente en las clases de Matemáticas cuando toca calcular áreas o superficies, en la educación artística o en la Historia. En cuanto a los más pequeños, segundo ciclo de Infantil, este trimestre está dedicado exclusivamente a dicha temática mediante distintas actividades. Una de ellas, la citada máquina del tiempo, pero también recrean vidrieras en pupitres forrados de papel transparente, pintan un gran rosetón o usan plastilina para elaborar sus creaciones.

Hasta aquí los detalles del proyecto, pero ¿cómo está siendo el resultado? Tanto la directora del colegio como el equipo docente, que ha realizado un enorme esfuerzo para preparar todas las iniciativas, se muestran sorprendidos por la motivación de los escolares. «Ha sido un trabajo extra para nosotros, pero merece la pena», destaca Torres, quien recuerda que fue en noviembre cuando se pusieron manos a la obra y aún quedan detalles por terminar. Entre ellos destaca un concurso de fotografía sobre las matemáticas en la Catedral o los retos semanales relacionados con preguntas sobre el templo que deberán resolver los estudiantes a través de la página web del centro durante los meses de mayo y junio.

Ese mismo interés por aprender es el que destaca Rosa Ana Santiago, profesora de Educación Infantil, quien explica que cada día supone «un nuevo descubrimiento» para los escolares, muchos de los cuales desconocían al principio un monumento que ahora se ha convertido en compañero de clase. Se queda con su «ilusión», pero también con el hecho de que el proyecto sirva para «sentirnos aún más orgullosos de nuestra Catedral al haber transformado de esta forma el colegio».