A menudo, la gente se sorprende cuando se publican los ranking de las personas más ricas del mundo y figuran empresarios que con su talento, esfuerzo y, también, su buena suerte han hecho una gran fortuna a lo largo de su vida.

España es un país muy peculiar que no valora especialmente a sus empresarios y que, lejos de admirarles y apoyarles para que sigan creando riqueza y empleo, a menudo se les denigra como explotadores sin escrúpulos e, incluso, se les llega a tachar de defraudadores al fisco y de ejercer prácticas poco menos que ilegales. Hace solo unos meses el actual vicepresidente del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, recriminaba a Amancio Ortega las donaciones a la sanidad pública o se acusaba a los agricultores de abusar de los jornaleros con condiciones «de esclavitud».

La mentalidad emprendedora falla en España desde la propia base de la educación escolar donde no se potencia, como ocurre en países como Estados Unidos,  la idea de gestionar un negocio propio. Solo un 38,1% de los jóvenes españoles tienen espíritu emprendedor, frente al 32,8% que les gustaría trabajar para el sector privado y al 29,1% que se inclinan por ser funcionarios, según el VI Informe Young Business Talents, realizado por Abanca y ESIC Business and Marketing School.

Asimismo, según Credit Suisse, en España hay 852.000 personas con más de un millón de dólares (890.000 euros) y sus previsiones son que para 2023 el colectivo de millonarios se disparará hasta los 1,2 millones de personas, lo que implicaría un crecimiento del 41%.

El número de millonarios creció en el país un 5% en 2019, hasta alcanzar las 235.000 personas, frente a las 224.000 grandes fortunas contabilizadas un año antes, según el último informe mundial publicado este mes de julio por Capgemini. 

Pese a su aumento, España se mantiene en el puesto número 14 de la clasificación mundial, por detrás de Corea del Sur, que cuenta con 243.000 millonarios. En el puesto 15 se posiciona Rusia con 215.000 grandes fortunas. 

En cuanto a la riqueza acumulada, en 2019 ascendía a 592.800 millones de euros, un 5% por encima del patrimonio estimado en 2018.

En este escenario, los 100 millonarios con más capital de España han aumentado su fortuna en el último ejercicio 1.500 millones de euros más que el año pasado, sumando 148.200 millones de euros, un 1% más respecto al dato de 2018, según las últimas cifras de Forbes. 

Amancio Ortega, el fundador de Inditex, sigue a la cabeza del ranking. Las cinco primeras fortunas de la lista suman 78.800 millones de euros y suponen el 50,3% del total de la riqueza nacional. Entre los ricos más destacados están Amancio Ortega, su hija Sandra, Rafael del Pino, Miguel Fluxà y Juan Roig.

Un año más, la clasificación de Forbes de los 100 españoles más acaudalados, la lidera Amancio Ortega que cuenta con un patrimonio total que supera los 63.000 millones de euros, el equivalente al capital de los 43 ricos que le siguen en la clasificación. En el último año, ha disparado su fortuna en 5.000 millones y mantiene su estrategia de inversión en activos inmobiliarios cuyo valor neto se estima en 7.500 millones de euros. Por detrás, se sitúa Sandra Ortega, con 6.000 millones. 

El tercer puesto recae en Rafael del Pino, accionista mayoritario de Ferrovial con más de 4.000 millones. Adelanta así al presidente de Iberostar, Miguel Fluxá (3.000 millones), y a Juan Roig, presidente de Mercadona, que desciende al quinto puesto con 2.700 millones de euros. Del Pino ha aumentado su patrimonio en 1.100 millones más durante el último año, lo que equivale a tres millones de euros por día.

Este año se han incorporado a la lista de Forbes seis mujeres que desempeñan cargos de responsabilidad en empresas de referencia.  A Sandra Ortega, que ocupa el número dos, se suman Alicia Koplowitz y María del Pino Calvo-Sotelo, octavo y décimo puesto de la lista con 2.000 y 1.700 millones de euros, completan el top tres.

A nivel mundial, el patrimonio de los más adinerados creció cerca del 9% en 2019, pese a la desaceleración económica global, las guerras comerciales internacionales y las tensiones geopolíticas.

Alertas de fraude. La Agencia Tributaria dispone de una nueva herramienta que puede detectar un fraude en solo 45 minutos mediante la Unidad Central de Coordinación del Control de Patrimonios Relevantes creada en 2018 que hace uso del big data. Con esta tecnología innovadora el fisco detecta el delito de los grandes patrimonios  de empresarios, banqueros, políticos, deportistas y artistas españoles en un tiempo récord para evita la evasión de impuestos. 

Según Hacienda, el colectivo objeto de análisis y seguimiento por parte de esta unidad «ronda los 170.000 contribuyentes que cuentan con un patrimonio relevante y muestran determinados perfiles de riesgo fiscal». El año pasado, que fue su estreno, esta policía liquidó 347,5 millones de euros en 494 expedientes como consecuencia de sus actuaciones de comprobación

La Agencia Tributaria señala que está logrando «importantes avances» en materia de detección de bienes y derechos ocultos y rentas no declaradas y, en general, en la eficiencia de las inspecciones a los grandes patrimonios del país. 

Gracias al procesamiento masivo de datos, Hacienda puede hacer un cálculo muy veraz de las participaciones indirectas para ejercicios distintos de los colectivos en todas las empresas españolas y «hasta el máximo nivel de profundidad de participación existente».

Con la infraestructura disponible, el Estado puede aplicar 20 niveles de seguridad que son analizados minuciosamente corrigiendo el fraude con una gran rapidez.

El objetivo de esta iniciativa es aumentar el número de contribuyentes investigados e incrementar el ensanchamiento de bases tributarias, bien mediante actuaciones de control o la mejora del cumplimiento voluntario de las grandes fortunas afectadas.