Aguas con mucho apego al terruño

J.A.G.
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De mineralización débil y bajo contenido en sodio, del manantial de Santolín y bajo la marca AquaBona salen 120 millones de litros al año de agua mineral natural

Aguas con mucho apego al terruño - Foto: Luis López Araico

Cada burgalés consumió el pasado año 134 litros de agua embotellada, frente a los 150 litros de agua corriente y es que a nadie se le oculta que los consumidores se preocupan cada día más por una alimentación saludable y equilibrada y eso, indefectiblemente, ha provocado un considerable aumento del consumo de agua embotellada, conscientes de que este líquido elemento es mucho más que dos átomos de oxígeno y uno de hidrógeno, es un alimento esencial para el ser humanos. Eso sí, en torno suyo hay un boyante negocio.

Además de Corconte, a caballo entre Burgos y Cantabria, en la provincia burgalesa opera en la actualidad AquaBona, de cuya planta burebana hoy salen al año nada menos que 120 millones de litros de agua mineral natural y se distribuyen por media España y también en mercados internacionales a través de las redes comerciales de Coca Cola European Partners, empresa propietaria de la marca. La firma gestiona este emporio hídrico que un día creó un grupo de empresarios burgaleses, liderados por José Luis Azpitarte, bajo la etiqueta de Aguas Santolín. Más allá de los cambios de razón social, de modernización y ampliación de las líneas de producción, la calidad y singularidad del agua que se extrae por los dos sondeos primigenios no ha sufrido merma, más al contrario se ha reforzado los controles internos y también los externos, en el perímetro de protección del acuífero, que es de 20 millones de metros cuadrados. El manantial de Santolín, ahora unido por marca a los de Fontoira (Lugo), Fuenmayor (Teruel) y Peña Umbría (Valencia) comparten protagonismo y uniformidad en el segmento de aguas minerales, pero cada uno tiene su aquél. La planta de Quintanaurria es uno de los tres centros, junto con Bezoya y Monte Pinos, más importantes en producción que operan ahora mismo en el sector de aguas embotelladas en Castilla, apunta Diego Maure, jefe de la planta.

saludable. Agua semiblanda y mineralización débil, su residuo seco -es decir los minerales totales- es menor de 500 miligramos, apunta Carlos Torres, responsable de Calidad. Desde el punto de vista alimentario y de salud está indicada para dietas pobres en sodio o hiposódicas, por su componente salino no llega más allá de los 20 miligramos por litro y sobre todo, los directivos, hacen hincapié en que, como agua mineral natural es bacteriológicamente sana porque tienen origen en un estrato subterráneo, un reservorio que mantiene esa pureza primigenia y, si no es así, se detecta por los servicios de inspección con rapidez y antes de su distribución y es que cuando se maneja este líquido elemento todas las prevenciones son pocas para asegurar esa plena garantía sanitaria.

En AquaBona van más allá de las exigencias legales en el ámbito de los muestreos, control de calidad y análisis microbiológicos en las cuatro líneas de producción que tiene hoy operativas, entre ellas la de envases de vidrio retornable, en la que la planta burgalesa es la única de grupo Coca Cola European Partners que trabaja este segmento de producción, al igual que el agua con gas, que también se embotella solo en la planta burgalesa y que es muy apreciada también por la calidad y naturalidad. El proceso no es especialmente complicado y simplemente se añade en el llenado mediante un carbonatador el dióxido de carbono necesario para esas burbujas que dan chispa al agua y que son apreciadas por un buen número de clientes,

El agua, al igual, que el champán también tiene su ‘bouquet’ -ese ligero toque a saldo debido a su riqueza en sodio y cloruros, por ejemplo-, aunque seguramente más difícil de encontrar que en el vino por eso de los matices. Cada día son más habituales las catas y los concursos en los que el agua no es telonera sino estrella invitada.

Aunque el proceso de embotellado está muy automatizado en las cuatro líneas de producción, Carlos Torres apunta que siempre es necesaria la mano humana para garantizar la eficiencia de los sistemas de robótica aplicada que, sin duda, hacen mucho más aséptico e higiénico el embotellado, desde que el agua es impulsada desde el sondeo hasta que sale la botella por la otra punta de una cadena hermética y es que con las cosas de comer y beber no se puede jugar.

La ratio oscila entre las 3.000 y las 32.000 botellas a la hora y es que todo varía según se trate de la línea dedicada a garrafas de dos litros y medio o cinco, la de las botellas de litro, litro y medio o los botellines de 350 o 500 centilitros, o la de vidrio -las botellas se adquieren fuera y son retornables- y agua con gas… Claro que incluso el diseño y la fabricación de la botella y la garrafas de plástico, los famosos ‘pet’, tiene su intríngulis y el proceso se realiza en la misma factoría.

Todo en la planta está medido y calculado y coordinado para que esos 30 a 50 litros por segundo que salen de los dos profundos e ‘invisibles’ sondeos -Santolín 1, el primigenio, y Santolín 2- tengan el máximo aprovechamiento, siempre con respeto al entorno y el medio ambiente. Estamos ante un almacenamiento hídrico colosal, del que no se está explotando ni el 1% de su potencial. La concesión de aprovechamiento es de 54 metros cúbicos a la hora, unos 500 millones de litros al año, pero solo se está embotellando una quinta parte.

 Cuando se habla de agua de manantial y aguas minerales naturales con técnicos hay que ser muy precisos porque de ninguna manera son sinónimos, tampoco mejores o peores, pero sí distintas. Las últimas, a la que pertenece el acuífero de Santolín, mantiene su composición estable, casi inmutable, en el tiempo y son bacteriológicamente sanas. Conservan su pureza original además de los minerales y oligoelementos. La etiqueta es clara: Calcio (92,4 mg/l), bicarbonatos (274 mg/l), sulfatos (6,5 mg/l), cloruros (4,8 mg/l), magnesio (2,7 mg/l) y sodio (2,0 mg/l).

Los mercados de AquaBona, tanto los ‘horeca’ -acrónimo de hoteles, restaurantes y cafeterías- como el de grandes superficies, lineales, comercios minoristas... van paralelos a los de casi un centenar de productos y 256 referencias que comercializa Coca Cola European Partners, con lo que es fácil encontrar agua del manantial de Santolín prácticamente en toda España, especialmente la de vidrio y con gas. Para la envasada en plástico los canales de comercialización de la factoría burgalesa se concentran básicamente en Burgos y el resto de Castilla y León, Cantabria, País Vasco, zona centro con Madrid como núcleo, así como Asturias e incluso también Galicia.