Son animales mitológicos, y por tanto se supone que no existen. Estos además eran metálicos, así que se daba por hecho su carácter inerte. Pero han volado y nadie sabe cómo ni cuándo. La mayoría de los dragones alados que decoraban la rejería del antiguo colegio Niño Jesús han desaparecido, y los que quedan están mutilados.

La voz de alarma la dieron hace unos días en Twitter y este periódico ha podido comprobar la eliminación de estos elementos, cuya importancia reside en que fueron diseñados por el prestigioso arquitecto Vicente Lampérez, a finales del siglo XIX, como parte del cerramiento que daba sentido al conjunto del edificio.

En su día hubo en torno a 40. Ahora solo queda una decena, y ello pese a estar expresamente protegidos en el Plan General de Ordenación Urbana. En concreto, en el catálogo de edificaciones y en la ficha correspondiente al viejo centro educativo, se cita el «cierre de toda la parcela formado por cerca integrada por reja metálica, portones metálicos de acceso. Muretes de ladrillo y elementos constructivos en ladrillo que a modo de pilares o pilastras modulan de forma armónica todo el vallado perimetral. Incorpora elementos ornamentales en piedra con función protectora de las fábricas, fundamentalmente en la coronación de pilares, albardillas y basamento de la cerca».