Sinopsis oficial
1917. En la colonia francesa de Senegal, Bakary se alista en el ejército francés para quedarse con Thierno, su hijo de 17 años, reclutado contra su voluntad. Juntos, padre e hijo deben luchar en la Primera Guerra Mundial en el frente en Francia, un país que no conocen y por el que Thierno está dispuesto a dar su vida. Bakary se embarca en una carrera intensa e infernal para salvar a su hijo.
La crítica -
Por Juana Samanes
Se atribuye al primer ministro inglés Winston Churchill, la expresiva frase "Nada puedo ofrecer aparte de sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor", pronunciada en el año 1940 para ensalzar el valor de los soldados británicos durante la Segunda Guerra Mundial, pero se podría aplicar perfectamente a cualquier contienda y, por tanto, al drama bélico Padre y soldado, que discurre durante 1917 y tiene como protagonista a Bakary, un pastor senegalés que se alista voluntario en el ejército francés para proteger a su hijo Thierno, su vástago de 17 años, que ha sido reclutado a la fuerza para luchar en el frente de Francia durante la Primera Guerra Mundial.
Aunque el director de la película Mathieu Vadepied ha declarado que no quería hacer una película política, lo cierto es que a pocos se les escapa la crueldad de un ejército que "cazaba" a los jóvenes africanos de sus colonias para defender a Francia, un país del que, en el mejor de los casos, solo habían oído hablar. Por ello, desde el primer momento de esta historia, de ficción pero inspirada en ese reclutamiento sangrante, es fácil sentir empatía por ese padre coraje que se marcha a la guerra con el único fin de cuidar a su vástago.
Y ahí entramos evidentemente en otro eje interesante de este relato duro, que nos sumerge en esa guerra de trincheras cruel que fue el primer conflicto bélico: ¿qué ocurre en la relación entre padre e hijo cuando a este último le nombran superior de su progenitor en las filas del ejército? Ese conflicto emocional está bien explicado en este film, de ritmo pausado, dirigido y escrito por Mathieu Vadepied, conocido por ser el director artístico y director de fotografía del gran éxito de taquilla francés Intocable, quien pensó en Omar Sy, uno de los protagonistas de esa optimista comedia desde que empezó a gestar la idea de Padre y Soldado. Sy, en esta película, cambia totalmente de registro, en ningún momento es un héroe sino un antihéroe cuyo único objetivo es volver sano y salvo a su país y reunirse con su familia.
En el desarrollo de la historia también se aborda tangencialmente otro tema sangrante, el racismo: a pesar de luchar codo con codo, muchos soldados franceses menospreciaban a esos compañeros de armas llegados del continente africano.