Un estudio de la Universidad de Burgos ha obtenido resultados positivos en la enseñanza al medir el impacto del uso pedagógico de las redes sociales Twitter e Instagram en estudiantes de la asignatura de Educación Física y su Didáctica, del grado en Educación Primaria. El trabajo demuestra un aumento del interés y la participación de los futuros maestros y maestras que usan estas herramientas en dicha materia respecto a los que no las emplean en ese contexto.

Se dividió al alumnado en dos grupos: 100 estudiantes integraron las redes sociales en su trabajo académico, mientras que el otro grupo, de 97 personas, realizó todas las actividades presencialmente en clase, sin hacer uso de ellas. Los datos se recogieron mediante cuestionarios, antes y después de la experiencia, cuyo objetivo era medir la motivación y la participación. Aunque ambos grupos no mostraron diferencias significativas en el cuestionario previo, la media de los factores estudiados (motivación y participación) aumentó tras la intervención en el grupo que usó redes sociales, mientras que disminuyó en el grupo control.

David Hortigüela, responsable principal del estudio, señala que no se puede negar la importancia de las redes en el día a día de los estudiantes, aunque no siempre es fácil diferenciar el uso que se hace de ellas para el aprendizaje o para el ocio. Además, afirma que "siempre tienes que tener presente que se trata de un plus y no de una imposición, si no, se pierde el efecto".

Los alumnos a los que se les asignó al uso de redes emplearon Twitter e Instagram para compartir información didáctica en forma de vídeos, imágenes y artículos a través de una etiqueta establecida, además de enriquecer los contenidos de la asignatura mediante la interacción con profesionales de la enseñanza y de la educación física. De este modo, y siempre bajo la supervisión del profesor, ampliaban el material de la asignatura visto en el aula y profundizaban en él, dando lugar a debates constructivos y un alto índice de cooperación.

"Lo que está claro", explica Hortigüela, "es que actualmente, y más en la universidad, el docente no es la única fuente de conocimiento, por lo que las redes sociales se convierten en una herramienta que, bien gestionada, puede implicar activamente al alumnado en su proceso de aprendizaje".

En este artículo, publicado en la revista “Innovations in Education and Teaching International”, han colaborado David Hortigüela Alcalá y Victor Abella García, de la Universidad de Burgos, José Sánchez Santamaría, de la Universidad de Castilla La Mancha y Ángel Pérez Pueyo, de la Universidad de León. En sus conclusiones, los autores consideran de interés para todos los profesores el uso de las redes sociales en clase como herramienta educativa (…). En este caso, usamos Twitter e Instagram, pero se pueden usar también otras relacionadas con el mundo educativo, como Edmodo, Iversity, Diipo y RedAlumnos".