El 67% de los pacientes de Rayos 'se pierde' en el HUBU

GADEA G. UBIERNA
-

Técnicos del servicio constatan en un estudio publicado en una revista científica lo que se tarda en encontrar las salas de Radiodiagnóstico desde cualquier entrada al hospital y piden, al menos, 10 señales más para que la 'tarea' resulte más fácil

Radiodiagnóstico asume todas las pruebas por imagen salvo las que lleva el servicio de Digestivo. Foto: Valdivielso

Seis de cada diez pacientes de Rayos del HUBU tienen dificultades para encontrar las salas en las que tienen cita para hacerse una prueba diagnóstica por imagen, según se ha corroborado en un estudio científico que firman dos técnicas de Radiología del hospital de Miranda y del complejo asistencial de la capital: Raquel Díaz y Gloria Óscar, respectivamente. El objetivo de la investigación era conocer las necesidades de los pacientes de una forma concreta, objetiva y científica mediante un estudio comparativo entre los dos hospitales para poder hacer después un plan de mejora; documento que las autoras ya han hecho y que van a presentar a la gerencia de cada hospital para pedir cambios en los aspectos que se han revelado más urgentes: comodidad de las instalaciones en Miranda (47% las consideran mejorables) y accesibilidad en el HUBU (67% no siempre encuentra las salas con facilidad).

Gloria Óscar es técnica en el HUBU y afirma que creen que habría que colocar, al menos, diez señales más en el hospital para conseguir que los pacientes encuentren con facilidad las salas de Radiodiagnóstico, en el sótano menos dos de los bloques C y D. Este periódico ha comprobado que, en efecto, si se entra desde el vestíbulo principal, hay que caminar hacia la derecha, hacia el pasillo de acceso a los quirófanos, para encontrar indicaciones: un folio pegado a una columna y otro en los ascensores del bloque A. Si el paciente escoge el pasillo anterior, el de acceso a las consultas, las indicaciones son genéricas y más confusas. Y si, nada más entrar al vestíbulo, opta por el pasillo de la izquierda, tendrá que fijarse en el suelo para seguir unas flechas en las que no siempre se repara. Si, en cambio, se deja el coche en el aparcamiento norte y se entra por la puerta de las consultas y se prueba a ir por las escaleras en lugar de usar el ascensor, el paciente encontrará que desde el bloque D no hay acceso al sótano menos dos. Es decir, debe retroceder y preguntar. Algo que sucede en la mayoría de los casos, como prueba el estudio de Díaz y Óscar, publicado en plena pandemia en Tiempos de Enfermería y Salud.

El plan de mejora que presentarán a sendas gerencias incluye un protocolo de acogida y despedida al paciente que pretende «mejorar la calidad de la comunicación» para resolver las dudas de los pacientes. En los dos hospitales, por ejemplo, se ha evidenciado que la mayoría de los pacientes no siempre recibe explicaciones al porqué de los retrasos una vez que están en las salas. Y eso no solo se quiere corregir, «sino que queremos dejar las cosas claras y unificar criterios de actuación ante determinadas situaciones», explica Raquel Díaz.

ARCHIVADO EN: HUBU, Miranda de Ebro, Estudio científico, Salud
metricool tracker