Tal y como se esperaba, el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, no será procesado por secuestro de personas al haber impedido el desembarco en su país de un centenar de inmigrantes el pasado agosto. Y lo consiguió gracias a que la mayoría de los senadores votaron ayer en contra de autorizar que el también líder de la ultraderecha vaya a juicio, ratificando su inmunidad parlamentaria.
Salvini logró el respaldo de los legisladores de la Liga y el Movimiento 5 Estrellas, que se pronunciaron en contra de levantarle la inmunidad, pero también hicieron lo propio Forza Italia y Hermanos de Italia.  
El señalado tomó la palabra en el Senado para reiterar que su decisión fue por «interés público» y en el marco de su lucha «contra la inmigración clandestina». Salvini se emocionó al leer su discurso, ya que aseguró que se le estaba acusando de «un delito» cuando lo que ha hecho en estos nueve meses de Gobierno es defender «la seguridad del país y de sus hijos».