«El 60% del éxito deportivo está en la cabeza»

J.C. MORENO
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Kiko Vegas, entrenador emocional en el Burgos CF

«El 60% del éxito deportivo está en la cabeza» Foto: Luis López Araico

Francisco José Ruiz Vegas lleva una semana en el Burgos Club de Fútbol. Es la primera vez en la historia del club que contrata un especialista en entrenamiento emocional. Este malagueño de 52 años llega de la mano de Fernando Estévez, con el que ya trabajó la pasada campaña en el Marbella. Eso sí, las diferencias son evidentes, el Marbella era líder y luchó por el ascenso a Segunda División, y a Burgos ha llegado para ayudar a que el equipo no descienda a Tercera División. Desde el principio de la conversación quiere dejar claro que él no es un especialista en psicología deportiva y su principal tarjeta de visita es su experiencia como futbolista profesional, aparte de su preparación en  el entrenamiento emocional. Posee estudios de gestión en instalaciones deportivas y gestión de entidades deportivas por la Universidad de San Jorge;coaching empresarial motivacional. Como futbolista Kiko Vegas ha desarrollado su carrera en equipos como Málaga, Villarreal o Numancia, además de Melilla, Alcoyano, Los Boliches, Polideportivo Ejido, Antequera CF, Vélez CF. En 1994 colgó las botas y desde entonces ha enfocado su carrera en la planificación y dirección deportiva, así como en el entrenamiento emocional tanto en el mundo del deporte como en el empresarial. Además es una especie de ‘embajador’ del AC Milan en España y Portugal y dirige los campus que organiza este club en la Península Ibérica. La semana pasada se estrenó con su trabajo en el  vestuario del Burgos y además trabajará en el club para potenciar la imagen del club en la ciudad, acercar el Burgos CF a la sociedad burgalesa.
¿Qué es un entrenador emocional?
El planteamiento parte de mi experiencia como jugador profesional. He sido portero y por mi mano han pasado muchos porteros profesionales, entre ellos mi hijo, que está en Primera División (Levante). En mi perfil, aparte de mi formación, hay una experiencia en la que me ha dado cuenta de que el éxito de un deportista, sea profesional o no, radica entre un 50 y un 60 por ciento en su cabeza. En el fútbol actual el 99,9% del trabajo está destinado al físico, aspectos técnicos y tácticos, y al aspecto emocional no se le da un entrenamiento adecuado. Ahí surge esa propuesta de entrenamiento emocional, que en mi caso concreto la llevo con equipos, deportistas profesionales y directivos de empresa. No tiene nada que ver con suplantar lo que puede ser un psicólogo deportivo, yo no soy psicólogo. Soy entrenador emocional, soy coach y un hombre de fútbol. Sé lo que es un vestuario, lo que piensa un futbolista en una buena situación y en una mala. De hecho el año pasado mi trabajo con Estévez era en un equipo que estaba primero en la Liga. El Burgos lleva tiempo hablando conmigo de este tema, pero hasta ahora no he podido venir por compromisos profesionales que tenía.
¿Cuáles han sido sus primeros pasos con la plantilla del Burgos CF?
Trabajamos desde lo grupal hasta lo personal. En mi caso concreto he tenido varias acciones con el grupo, también he trabajado por líneas y también de manera individual. El fútbol es un juego de conjunto y entendemos que el conjunto se beneficia de la mejor aportación de cada uno y de cada línea. No he venido a trabajar en el ámbito técnico, aunque aporto un trabajo a lo que necesita Fernando (Estévez).
¿Cómo se ha encontrado la plantilla?
Es una plantilla muy honesta, con muchas ganas de hacer cosas importantes y que desgraciadamente no está en su mejor versión. Por ejemplo, un jugador de calidad ocho ahora puede estar en un seis. Esto es igual que en otro trabajo o ámbito de la vida. Es un vestuario muy comprometido y realmente quiere dar a la afición y a la ciudad todo lo mejor. Estamos trabajando para sacar cada día lo mejor de cada jugador.
¿En qué consiste más específicamente su trabajo?
Hablamos, proponemos dinámicas de grupo y, a partir de lo que veo en el campo, hablo con ellos y hacemos planes de trabajo concretos. No hay dos personas iguales. Si yo aplico un mismo plan de trabajo a todos puedo acertar con unos y no con otros. Para eso hace falta conocer al jugador, saber lo qué piensa, ver como se desenvuelve en el campo y, a partir de ahí, dar herramientas para que se sienta bien, cómodo. Si ahora cogemos a uno de nuestros jugadores y lo ponemos en Primera División no desentona. Otro ejemplo, si mañana estamos en la Copa del Rey contra un equipo grande estoy convencido que hacemos un papel fantástico. ¿Por qué? Porque no hay nada que perder y mucho que ganar, hay presión cero.
¿Cómo reaccionaron los jugadores?
Muy bien, estoy muy agradecido a todos. Son profesionales, saben de qué va esto. Algunos ya han vivido estas situaciones y en el fútbol profesional es algo habitual.
¿Cuál fue su aportación para el partido del domingo?
Hay que entender que no me ha dado tiempo. Que nadie piense que he llegado con una varita mágica. El equipo ganó porque el entrenador tenía muy claro lo que quería hacer y los jugadores también. Mi aportación se irá viendo paso a paso, poco a poco en unas semanas.
Ha llamado mucho la atención la transformación del equipo en febrero tras ganar cuatro partidos consecutivos entre diciembre y enero. ¿Qué ha pasado?
No he vivido esta situación y no tengo elementos de juicio para emitir una valoración. Aún así, en términos genéricos, hay muchos casos. Le está pasando al Betis, por ejemplo. Esto es fútbol y hay que entender que este tipo de situaciones se dan. En el caso concreto del Burgos podré hablar dentro de un mes.
¿Cuál será su trabajo hasta final de temporada?
Estará vinculado a dos áreas en el club. Además del entrenamiento emocional, el presidente quiere dotar al club de las personas que quieran aportar para el crecimiento del club. Mi perfil profesional ha estado vinculado a la gestión deportiva, al marketing deportivo y a la comunicación respecto a tener una imagen y un posicionamiento en su propia ciudad. Mi labor será contribuir para acercar el club a la ciudad, a que todos nosotros estemos mucho más pendientes de lo que ocurre en la ciudad porque el club forma parte de Burgos. Los jugadores y todos nosotros, más allá de que el domingo necesitemos el apoyo de la afición, tenemos la intención de acercarnos a la ciudad durante la semana. Queremos crear un vínculo muy estrecho todos los tejidos de la sociedad burgalesa. Yo he vivido en mi carrera profesional como un club vivía al margen, alejado de la ciudad.
Volviendo a su trabajo en el vestuario. ¿Cree que falta liderazgo?
No lo creo, pero sí es cierto que hay equipos con uno o dos líderes, y otros con varios, como es el caso del Barcelona de Guardiola, donde el liderato era compartido con gente como Puyol, Valdés, Xabi, Iniesta, Messi o Guardiola. En el caso del Burgos, no hay un líder, hay muchos líderes.
Parece claro que una de las claves para lograr la salvación del Burgos será saber aguantar la presión.
Claro. Lo que queremos salir cuanto antes de esta situación. La presión siempre existe, en el fútbol y en la vida. Tenemos que saber transformar esa presión en tensión. En el fútbol, como en todos los ámbitos de la vida, estar nervioso no sirve para nada. Vamos a cambiar la preocupación por la ocupación y eso nos va a llevar a que el jugador vaya recuperando confianza. En el momento en el que el equipo comience a coger la dinámica que el míster está implantando va a ser muy complicado ganarle.
El Burgos se formó con el objetivo de luchar por el ascenso y ahora lo hace por no descender. ¿Está afectando esta situación al equipo?
No hay ninguna liga regular que sea injusta. Hemos hablado de presupuesto y clasificación y si lo analizamos no siempre van de la mano. El año pasado yo viví una situación como la del Levante, donde está mi hijo. Por estas fechas lo cogió Paco López cuando estaba hundido y la misma plantilla se convierte en el mejor equipo de la segunda vuelta. No hay varita mágica, pero el equipo se ordena en el campo y desde el punto de vista emocional.
¿Por qué hay que confiar en esta plantilla para salvar la temporada?
Tengo el convencimiento absoluto. Ahora estamos fuera del descenso y el objetivo es mantener esta situación para no tener dificultades. Hay muchas claves, entrega del jugador, claridad en los planteamientos, actitud, apoyo de la afición, convencimiento de todos. El Burgos somos todos, agradecemos a la afición la respuesta del domingo y nuestra obligación es ganar los partidos.

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