Salvador de Foronda

Diez Mil Preguntas

Salvador de Foronda


Alquileres y desahucios

25/12/2020

Como decía Woody Allen, «la vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema». Es una reflexión al próximo debate parlamentario sobre la futura intervención estatal en el negocio del alquiler. Se intenta imponer un precio máximo en el mercado de alquiler de viviendas, con lo cual, muchos propietarios dejarán de alquilarlas. El populismo de este Gobierno podrá obligarles a bajar el precio si la arriendan, pero no les podrá obligar a sacarlas al mercado; esto hará que muchas viviendas se retiren del mismo y se genere escasez de pisos en alquiler. Y si además añadimos la suspensión de los desahucios, estaremos hablando de decisiones de demagogos, que atentan contra la propiedad privada y la libertad de decidir sobre ella. 

En el año 2015 esta regularización se realizó en Berlín y París y la oferta cayó en un año un 25% y el precio medio del alquiler subió un 36%. Además, consiguió que la economía sumergida emergiese con la aparición de dos precios, el marcado por la ley y el del precio deseado.

En aquellas ciudades donde no se limitó el precio, sino que se incentivó a los arrendadores (Hamburgo, Colonia, Múnich), se consiguió que el número de viviendas en arrendamiento aumentara un 33% de media. 

No tengan dudas, la oferta desaparecerá, el mercado no existirá y esta intervención en la economía hará que el mercado inmobiliario siga sufriendo.

La solución de un Gobierno, con miras hacia el mundo social es estudiar la asignación de fondos a la promoción de viviendas; incrementando el parque público de vivienda en colaboración entre el sector público y privado, para disponer de viviendas asequibles y accesibles. Ejerzan y asignen en presupuestos una partida que ejerza de aval con el destino de ayudar a aquellas familias que deben de hacer frente a un alquiler superior al 50% o 60% de su salario mensual y que la demagogia no exista en los desahucios. 

Al final, las limitaciones a los precios de alquiler y a la extensión de la suspensión de los desahucios fracasarán en su objetivo, consiguiendo que la oferta de alquiler merme considerablemente, mientras que la demanda seguirá acrecentándose. La política de este gobierno es el arte de disfrazar de interés general el interés particular suyo. Si siguen interviniendo la riqueza del país, me debería de preguntar quién es el dueño del Estado.