Carla Martín

Plaza Mayor

Carla Martín


Se necesita camarero

31/05/2022

Resulta difícil creer, en un momento como el que nos encontramos, en el que llenar el depósito del coche o comprar determinados productos en el supermercado se están tornando pequeños lujos absurdos, los hosteleros y otros empresarios del sector terciario estén arrastrando tantísimos problemas para encontrar personal. Resulta difícil creer que haya tanta gente que 'no quiere trabajar', como dicen quienes buscan contratar.

Parece de locos rechazar un trabajo en plena recuperación post pandemia, con el IPC por las nubes y las carteras cada vez más vacías. Parecería de locos si no fuera porque gracias a los móviles, a los portales de empleo y especialmente a las redes sociales, ahora todo se sabe. Se saben los sueldos, los horarios y los contratos. Se sabe que los primeros son bajos, que los segundos no existen y que los terceros duran un suspiro. Se sabe además, y disculpen la generalización, que los clientes somos cada vez más insoportables, que vivimos estresados hasta los momentos de descanso, que no nos importan los demás cuando entramos en un bar porque queremos nuestra cerveza ya.

Siempre me ha parecido el de camarero uno de los trabajos más esclavos, pero ahora debe serlo todavía más. La vida se encarece, los sueldos se estancan, el mundo gira cada vez más deprisa y las jornadas siguen siendo las mismas. Parece de locos aceptar un trabajo así, si no fuera por ese maldito maravilloso sentimiento de vocación.

Echan de menos sobre todo personal cualificado, de ese que se cría en las escuelas de hostelería, el que estudia el oficio porque sueña con vivir de él, y qué quieren que les diga, tal y como está la vida, a mí no me extraña nada.