Marian Peña

Observando al Mundo

Marian Peña


En la piel del otro

11/05/2022

Que los políticos que nos representan no tienen ni idea de la realidad que viven muchos miles de españoles es algo cada vez más evidente. Resulta fácil poner cara de circunstancias y decir que se comprenden las dificultades por las que pasa un ciudadano pero son cosas que no se entienden de verdad si no se sufren en primera persona. Por eso sería un ejercicio, digamos revelador, que aunque fuera por un solo día esos políticos se pusieran en la piel de una persona a la que, con un sueldo exiguo o medio, le suben el alquiler, le doblan la factura de la luz, del gas y de los carburantes y que no puede llenar la cesta de la compra porque no dejan de aumentar los precios de los alimentos básicos.

Si no son capaces de meterse en su piel, al menos deberían sacar tiempo para escuchar los testimonios de muchos ciudadanos desesperados que en prensa, radio y televisión cuentan que han tenido que reducir el número de comidas que dan a sus hijos, que prescinden de la calefacción en pleno invierno porque no pueden pagar la factura de un servicio tan elemental o que, aun teniendo trabajo, se ven obligados a acudir a asociaciones benéficas para poder comer. Quizá si tuvieran verdadero interés por conocer y resolver los problemas de la gente con menos fortuna que ellos no veríamos espectáculos tan lamentables y frustrantes como el que ofrecieron en el parlamento durante la aprobación del decreto anticrisis. En esa votación había en juego actuaciones como la bonificación a la subida de los carburantes, la reducción del IVA en la factura de la electricidad, la limitación en la subida de los alquileres o el freno en el aumento de la factura del gas a la que, por cierto, tampoco le vendría mal una reducción del IVA. En resumen, cosas para darnos, a la mayoría, un mínimo alivio y, en especial, a los más vulnerables. ¿Quién podría oponerse a eso? Pues muchos, por lo visto.

Hubiera sido una buena oportunidad para que el nuevo líder de la oposición demostrara que los intereses de su partido van más allá de alcanzar el poder a toda costa, incluso a costa de la ruina de tantos españoles. Curiosamente, esta vez nos salvó Bildu que, mientras otros miraban su propio ombligo espiado, fue el único que supo ver la irresponsabilidad que supone votar en contra de los intereses de los ciudadanos.

ARCHIVADO EN: Sueldos, IVA, Precios, EH Bildu