Roberto Peral

Habas Contadas

Roberto Peral


Palabras al vuelo

30/11/2020

Hace meses que no hablamos de otra cosa, así que a nadie sorprenderá que la mayoría de las novedades que la Real Academia ha incorporado este año a su diccionario estén relacionadas con el cataclismo que ha provocado la epidemia que nos está diezmando: ‘coronavirus’, ‘cuarentenar’, ‘desescalada’ y otros términos del mismo campo semántico han encontrado ya acomodo en ese repertorio oficial del español que la docta institución se afana en limpiar, fijar y dar esplendor.
La crisis a la que nos enfrentamos no tiene antecedentes, y por eso hemos tenido que ir creando entre todos un léxico nuevo para ella. No han faltado, como siempre ocurre, los neologismos de rigor -algunos pertinentes, los más desdichados-, como ‘desescalada’ o ‘teletrabajo’. Han surgido también en el lenguaje popular hibridaciones más o menos ingeniosas, entre las cuales cabe espigar ‘infodemia’, ‘covidiota’ y ‘balconazi’. Por supuesto, los poderes públicos han aportado esos eufemismos con los que ocultarnos la verdadera gravedad de los problemas que escapan a su control: los de mayor éxito ha sido la ‘nueva normalidad’ que padecemos en sus distintas formulaciones y esa ‘distancia social’ que resulta más física que otra cosa. También hemos recuperado venerables sustantivos en desuso, como ‘confinamiento’, que hace un año no existía en el vocabulario habitual de la inmensa mayoría de los hispanohablantes y que todos empleamos ya con naturalidad. Y hemos adoptado expresiones de la jerga médica con tal desenvoltura que pareciera que andamos todo el día vestidos de bata blanca y con un fonendoscopio pendiente del cuello: ‘letalidad’, ‘carga viral’, ‘asintomático’..., no se nos caen de la boca de un tiempo a esta parte.
La Academia ha incorporado otras entradas a su diccionario, más allá de toda esa palabrería con que nos hemos equipado para abordar la calamidad en la que andamos sumidos. Algunas nos hacen ensalivar de envidia, como ‘finde’ o ‘gastrobar’. Pero no deberíamos olvidar que las palabras más importantes son las que se han llevado consigo los miles de fallecidos por culpa del virus, algunas de las cuales desaparecerán de nuestra tradición oral antes de tiempo. Ojalá el diccionario guarde la memoria de todas ellas.