No sé si ustedes han tenido la ventura de pasar recientemente por el Paseo Sierra de Atapuerca, frente al Museo de la Evolución. No sé si han tenido la fortuna de posar sus ojos frente al arbóreo ser que nuestro muy amado Ayuntamiento ha tenido a bien colocar allí. No sé si son ustedes de los que están a favor de dicho personaje que ahí se presenta, o si están en contra. Lo que dudo mucho es que hayan quedado indiferentes.
Yo pasé el otro día por allí, con la infantil ilusión de conseguir ver al que algunos ya desde las jornadas previas a su instalación denominaban El Puppy Burgalés, proyectado por Cristino Díez. Y miren, qué quieren que les diga. Esto es como cuando todo el mundo en Burgos quería que el proyecto del MEH, el que iba a ser El Guggenheim Burgalés, fuera el diseñado por el japonés Arata Isozaki y al final los encargados de elegir escogieron el de Navarro Baldeweg, que no es malo, pero no es lo mismo. Pues esto es igual. El Puppy lo proyectó Jeff Koons, tiene un volumen definido y su cobertura, pese a haber sufrido algún problema, es lo suficientemente tupida como para que cree el efecto que se busca, que es ni más ni menos que representar a un cachorro sentado frente al museo al que flanquea. Yo no sé si el proyecto de Peregrino que han ejecutado responde, tal cual, al proyecto de su autor, y no voy a entrar siquiera en si es bonito o es feo. Lo que sí me parece es que es una intervención bien pobre. Es una amalgama de Bárbol, el árbol viviente líder de los ents en El Señor de los Anillos con la figura del Hombre de Jengibre de Shreck y las hechuras del Hombre de Mimbre de la película de Nicolas Cage.
Es una silueta sin profundidad y que, además, se transparenta por falta de follaje en su cuerpo. Es la imagen de un peregrino que da la espalda al Camino de Santiago y cuyo báculo ya está siendo objeto de dimes y diretes con respecto a qué órgano asemeja en su parte superior.
En resumen, seguro que la idea era buena, y que se ha hecho con la mejor intención, pero a veces con eso no basta. Un consejito: dejen de proyectar cosas como 'el no sé qué burgalés'. Hagan cosas que quieran copiarnos los demás, y no al revés. Y, por favor, pongan alguna rama más en el cuerpo a ese moñeco, que está famélico.
@VladimirConV