José María Chomón

Bailando bajo el diluvio

José María Chomón


Café para dos

04/06/2020

Esta columna va de café, pero también de envidia y avaricia, dos de los pecados capitales que todo buen ser humano ha de procurar no cometer. Mientras a 150 kilómetros de nuestra vieja Caput Castellae se estrujaban los sesos para implementar ‘la cultura contraataca’, nuestros mandamases municipales estaban entretenidos en eso del café para dos. En política es moneda corriente la avaricia y poco común la generosidad del compartir. Ese café para dos (a ritmo de tango) posibilitará aprobar, sin consenso, unos presupuestos de ‘reconstrucción local’, que ya veremos lo que darán de sí. Es cierto que el buen alcalde en la gestión del Covid-19 podrá argumentar que algunos grupos municipales no están por el acuerdo, y que decidieron hace tiempo echarse al monte, pero no es menos cierto, como gusta decir a los jurídicos, que si hay invitación de por medio ¿quién se va a resistir a un buen cafelito?   
Ese ‘cafelito con fotito’, que es como Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como, no ha trascendido más allá de nuestras limitadas fronteras locales, al contrario que Cantabria, que fue protagonista de los informativos nacionales gracias a “la cultura contraataca”. Ya saben el dicho, “la imaginación al poder”. El ejecutivo del polifacético Revilla posibilitó conciertos en directo en Santander, Torrelavega y Camargo. Uno sintió cierta envidia, no sé si de la sana, si es que este pecado capital puede tener algo de bondadoso. Mientras nuestros hermanos cántabros bailaban bajo el diluvio de una fiesta cultural, en Burgos la Diputación, que también tiene cierta tendencia a lo del café para dos, anunciaba la suspensión, ‘por inviable’, del Festival de teatro de Clunia, previsto para el 31 de julio y 1, 7 y 8 de agosto. Las compañías contratadas y sus actores y empleados, que a buen seguro a estas alturas no tendrán ni para café, deberán esperar a 2021. No hace mucho decía Joaquín Sabina que «alguien debería de pensar que, además del turismo, uno de los valores más importantes para exportar, es la cultura». El café, ya sabemos que es de importación.