Maricruz Sánchez

Plaza Mayor

Maricruz Sánchez


Bucha o la puerta del infierno

06/04/2022

Un mes y medio después de que empezara la guerra en Ucrania, la caja del horror fue destapada. Hasta este momento las imágenes habían sido muy duras: destrucción, huida, desesperación, muerte… Ahora, el testimonio gráfico resulta absolutamente insoportable de ver. 

Devastación completa en las calles, cubiertas de cascotes, de escombros, de un amasijo de objetos que en algún instante tuvieron sentido lógico. Desolación ante la ausencia toda condición mínima para habitar un lugar que hace un suspiro rebosaba de vida. Cadáveres abandonados en plena calle, apilados en zanjas, amontonados en una fosa común junto a una iglesia.

Hacía mucho tiempo que no veía algo así. Que nadie en la redacción veía algo así. Algo tan explícito y tan trágico. Esto sí era la guerra, la verdadera guerra. 

La máxima expresión de la sinrazón, del desprecio al otro por el mero hecho de ser de otro bando. La instantánea de la tortura, la depravación, la masacre del hombre al hombre. 

Bucha es un nuevo nombre asociado al horror. Un nuevo epicentro del infierno en la tierra, como ya lo han sido otros muchos lugares a lo largo de la historia. Es difícil aguantar la mirada contemplando sus fotografías y vídeos tras la contienda. No es ficción televisiva. Es una realidad terrible que jamás debió ocurrir. 

Ahora arranca la caza de los culpables. Pero la matanza ya no tiene remedio, y solo queda enterrarla en una fosa muy profunda cubierta de paladas y paladas de tierra rojiza, teñida de sangre y humedecida por las lágrimas de quienes tuvieron la desgracia de ser testigos de tamaña brutalidad. Bucha fue por un instante una puerta abierta al averno a la que nunca debimos asomarnos.